Un trozo de pan. Y un poco de agua en el mejor de los casos. Para miles de habitantes de Gaza, esto es todo lo que tienen para alimentarse, bajo el asedio constante de las fuerzas de Israel y un bloqueo que limita la llegada de ayuda humanitaria.
Mientras gobiernos y organizaciones de ayuda de todo el mundo denuncian una “hambruna” en el territorio palestino, tras dos años y medio de guerra, y cuando las negociaciones para una tregua entre Israel y la organización ultraislámica Hamas siguen en punto muerto, la vida para los gazatíes es cada vez más una carrera para encontrar comida y otros bienes básicos.
El hambre se ha cobrado la vida de 59 palestinos en Gaza solo en lo que va de 2025, afirmó este jueves el Ministerio de Salud del enclave, controlado por Hamas, tras registrar dos nuevas muertes. El número supera la cifra conjunta de los dos años anteriores.
“Los hospitales de la Franja de Gaza registraron dos nuevas muertes por hambruna y desnutrición en las últimas 24 horas”, anunció el Ministerio, que elevó a 113 el cómputo total desde que Israel inició su ofensiva bélica contra Gaza en octubre de 2023, luego del inédito y salvaje ataque de Hamas en territorio israelí, donde murieron más de 1.200 personas.
Los palestinos salen cada día a buscar alimentos en centros de distribución. Foto: REUTERS
El año pasado, la desnutrición se cobró la vida de 50 palestinos, mientras que cuatro más fallecieron por esta causa en 2023. De los 113 muertos, 81 eran menores y 32 adultos.
“Hemos comido pan. Cada uno hemos comido un trozo pequeño de pan”, relató a EFE un habitante Gaza el miércoles.
“Es muy difícil encontrar comida en el mercado y si la encontramos, no tenemos dinero para comprarla. Es muy cara”, añadió.
Nacimientos prematuros
Las autoridades sanitarias denuncian además que la falta de alimentos y de una dieta nutritiva entre las madres gazatíes ha disparado los nacimientos prematuros, que eleva a 1.556 en 2025; o los abortos y las muertes fetales, con un total de 3.120.
“En el Hospital Nasser, en el centro de Gaza, 168 pacientes ingresados en las salas de pediatría y maternidad no pudieron recibir alimentos los días 20 y 21 de julio”, denunció este jueves en un comunicado Caroline Wellman, coordinadora de proyectos de MSF en Ciudad de Gaza.
Un chico palestino muestra el plato de comida que recibió en un centro de ayuda en Ciudad de Gaza, este jueves. Foto: REUTERS
“La mayoría de los niños que atienden nuestros equipos están demacrados, débiles y corren un alto riesgo de morir si no reciben el tratamiento que necesitan urgentemente”, aseguró por su parte en X el director de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini.
Uno de cada cinco niños en la capital, Ciudad de Gaza, están desnutridos, según la UNRWA.
En total, el Ministerio de Salud gazatí registró 28.677 casos de desnutrición entre niños en lo que va de año.
La falta de alimentos, además de medicamentos e insumos básicos para los hospitales, se agudizó por el bloqueo total por parte de Israel al acceso de bienes básicos a Gaza del 2 de marzo al 18 de mayo.
Aunque Israel permitió que camiones con ayuda volvieran a entrar a Gaza el 19 de mayo, el número ha sido muy limitado y su distribución arriesgada, con más de 1.000 muertos por disparos del Ejército israelí cerca de puntos de reparto o las rutas de los camiones según Sanidad.
Camiones varados
El Ejército israelí culpa a las agencias de la ONU de no recoger y distribuir unos 950 camiones con ayuda que se encuentran ya dentro de Gaza, pero en la frontera. Estos organismos, por su parte, denuncian las trabas que impone Israel para acceder a estos cargamentos.
“El cruce fronterizo de Kerem Shalom no es un autoservicio de McDonald’s donde paramos y recogemos lo que hemos pedido”, denunció el portavoz de la ONU Stephane Dujarric el miércoles.
Para recoger la ayuda, los camiones de la ONU necesitan numerosos permisos del Ejército hasta llegar a Kerem Shalom, que pueden alargar el proceso horas.
Además, tienen que esperar a que los bombardeos y combates por las carreteras por las que circulan se detengan y, una vez allí, pasar el contenido del camión que espera en el cruce a aquel que distribuirá la ayuda, recordó Dujarric.
“Nosotros, en UNRWA, tenemos el equivalente a 6.000 camiones cargados de comida y recursos médicos en Jordania y Egipto”, escribió en X Lazzarini.
En este contexto, la estadounidense Fundación Humanitaria para Gaza (GHF, en inglés) acusó a la ONU de “apilar” ayuda en Kerem Shalom y se ofreció a repartirla “gratis”.
Palestinos con bolsas de alimentos entregados por organizaciones de ayuda, en Beit Lahia, en la Franja de Gaza. Foto: REUTERS
Precios disparados
A todo ello se suma que la ayuda que termina en los mercados lo hace a precios desorbitados.
“Hay gente que compra una lata de leche a 320 shéquel (unos 95 dólares)”, dijo a EFE el miembro de la asociación de hospitales Al Awda, Mohammed Salha.
“Necesitamos que abran las fronteras y entre la ayuda”, añadió.
La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) aseguró el martes que un saco de harina cuesta en Gaza unos 100 dólares.
Israel acusa a Hamas
Israel desmintió este miércoles las acusaciones que señalan su responsabilidad en la “hambruna masiva” en la Franja de Gaza y señaló que Hamas provoca una escasez deliberada en este territorio palestino.
Más de 100 organizaciones humanitarias alertaron el miércoles que hay una “hambruna masiva” que se propaga en la Franja de Gaza y Francia advirtió que hay “riesgo de hambruna” provocado por el bloqueo impuesto por Israel.
Israel enfrenta una creciente presión internacional por la catastrófica situación humanitaria en el territorio palestino, donde más de dos millones de personas padecen las consecuencias de más de 21 meses de un devastador conflicto.
El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, afirmó el miércoles que “gran parte” de la población de Gaza sufre hambre.
“No sé de qué otra forma se puede llamar lo que sucede sino que hay gente muriéndose masivamente de hambre”, declaró Tedros.
El portavoz del gobierno israelí, David Mencer, afirmó que “no hay una hambruna causada por Israel. Se trata de una escasez provocada por Hamas“, que gobierna en Gaza.
El presidente israelí, Isaac Herzog, declaró que el país actúa “de acuerdo con el derecho internacional” y acusó a Hamás de intentar “sabotear” la distribución de ayuda con el objetivo de obstaculizar la ofensiva israelí.