
La Serie Mundial 2025 no solo ha sido testigo de batazos memorables, sino también de una estrategia defensiva que revela el respeto absoluto que Shohei Ohtani impone en el plato. El astro japonés recibió ocho bases por bolas intencionales durante la postemporada, igualando la marca de Albert Pujols en 2011 y quedando a cinco del récord histórico de Barry Bonds, quien fue pasado intencionalmente en 13 ocasiones durante los playoffs de 2002.
Este tipo de estadística no solo refleja el temor que genera Shohei Ohtani en los lanzadores rivales, sino también su capacidad para cambiar el rumbo de un juego con un solo swing. En múltiples ocasiones, los managers prefirieron evitar enfrentarlo incluso con corredores en base, sacrificando la lógica ofensiva para minimizar el daño potencial.
La cifra de ocho boletos intencionales en una sola postemporada lo coloca en un grupo selecto de bateadores que han dominado octubre con autoridad. Barry Bonds, considerado por muchos como el mejor bateador de todos los tiempos, ostenta el récord desde 2002. Albert Pujols lo igualó en 2011, y ahora Shohei Ohtani se suma a esa lista, consolidando su estatus como el pelotero más temido de la actualidad.
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Además de los boletos, Shohei Ohtani ha brillado con el madero: lidera la postemporada en cuadrangulares, slugging y OPS. Su presencia en el lineup de los Dodgers ha obligado a los rivales a replantear sus rotaciones y estrategias de bullpen, generando un efecto dominó que ha beneficiado a sus compañeros.
La temporada 2025 será recordada no solo por los números de Shohei Ohtani, sino por cómo obligó a los equipos contrarios a jugar a la defensiva desde el primer inning. En una era de análisis avanzado, su impacto va más allá de las estadísticas: redefine el miedo escénico en el beisbol moderno.






