En una noche que quedará marcada en los libros de historia del beisbol, Shohei Ohtani protagonizó una actuación sin precedentes en el Juego 4 de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional (NLCS). El astro japonés de los Dodgers conectó tres jonrones y ponchó a diez bateadores como lanzador, convirtiéndose en el primer jugador en lograr esa combinación en un solo partido, ya sea en temporada regular o postemporada.
El espectáculo comenzó desde el primer inning, cuando Shohei Ohtani disparó su primer cuadrangular mientras aún estaba en la lomita. Luego, dominó a los Brewers con una mezcla de rectas y sliders, acumulando diez ponches antes de dejar el montículo. Ya como bateador designado, conectó dos jonrones más, sellando una noche que desafía toda lógica estadística.
La hazaña de Shohei Ohtani lo coloca en una categoría única. No solo es el primer lanzador en la historia en lograr tres jonrones y diez ponches en un mismo juego, sino que lo hizo en el contexto más exigente: la postemporada. Su actuación fue descrita por analistas como “sobrenatural” y “irrepetible”.
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Shohei Ohtani no solo rompe récords, los reinventa. En una era de especialización extrema, su capacidad para dominar desde el montículo y el plato lo convierte en un fenómeno sin precedentes. Lo que queda es el legado de una noche que será recordada por generaciones. Shohei Ohtani no solo juega beisbol. Lo transforma.