En el estadio de Anare se desarrollaba un juego de beisbol menor en la categoría Semillita, niños de 5 años de edad.
Cuando hacia el turno el niño Luis Alfredo Jiménez, en cuenta de dos bolas y un strike, vino una fuerte brisa que levantó una gran polvoreda y luego ocurrió lo predecible, el techo del bakstup se desprendió totalmente.
Menos mal que el niño Jiménez estaba pilas a pesar de su edad, ya que el techo de zinc se desprendió totalmente y cayó en todo el home plate, no le cayó encima ya que se dio cuenta y enseguida se apartó.
En el video que circula en las redes sociales se escucha a un par de adultos riéndose de la situación, parece que no se dieron cuenta de la gravedad del asunto ya que si el techo le caía encima a este niño de tan solo 5 años de edad, seguramente en este momento estaría en el hospital.
Contrasta el estado de las instalaciones deportivas populares con el gran cuidado que se le da al estadio Jorge Luis García Carneiro y al estadio de fútbol del Caribe, por lo visto el deporte popular no tiene dolientes.