El final de la temporada regular dejó una nueva muestra del poder ofensivo de Ronald Acuña Jr., quien volvió a ser protagonista en la ofensiva de los Bravos de Atlanta. El jardinero venezolano conectó su cuadrangular número 21 de la campaña, un descomunal batazo de 451 pies que cerró con broche de oro su actuación individual en la fase regular.
Más allá de la cifra redonda, el impacto de este estacazo es histórico. De acuerdo con los registros oficiales, Ronald Acuña Jr. alcanzó el jonrón número 27 de su carrera con una distancia superior a los 450 pies, sumando tanto temporada regular como postemporada. Ningún otro jugador en las Grandes Ligas desde 2018 ha logrado semejante consistencia en la potencia de sus batazos.
Con este nuevo logro, Ronald Acuña Jr. amplía a cuatro la diferencia con respecto a cualquier otro pelotero en la MLB en este tipo de batazos kilométricos. Su capacidad para generar poder y espectáculo lo ha convertido en una de las caras más reconocibles de la liga y en el motor ofensivo de los Bravos. Este registro confirma lo que muchos especialistas ya señalaban: el venezolano tiene un talento único para combinar fuerza, velocidad de salida y precisión en el contacto.
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Aunque las lesiones han limitado parte de su trayectoria, cada vez que Acuña se encuentra en plenitud física, eleva el nivel competitivo de Atlanta y deja huella en los libros de récords. Su último batazo de la temporada no solo reafirma su estatus como uno de los mejores bateadores de la actualidad, sino que también anticipa lo que puede ofrecer en el futuro cercano.
Los Bravos confían en que este cierre inspirador sea un impulso para la próxima campaña, donde Ronald Acuña Jr. volverá a ser pieza clave en las aspiraciones de un equipo que siempre se mantiene entre los favoritos de la Liga Nacional.