En una nueva demostración de su explosiva combinación de velocidad, instinto y agresividad, el venezolano Ronald Acuña Jr. volvió a robarse el espectáculo durante el primer partido de la serie entre los Bravos de Atlanta y los Gigantes de San Francisco.
El electrizante jardinero encendió las gradas del Truist Park al anotar una carrera de otro nivel, desafiando y humillando al cuadro defensivo de los Gigantes con una jugada que sólo un jugador de su calibre se atrevería a ejecutar.
Durante la parte baja de la cuarta entrada, con dos outs en la pizarra, Ronald Acuña Jr. se embasó en la inicial y enseguida encendió las alarmas en el equipo visitante. Sin embargo, lo que vino después dejó a todos boquiabiertos. Su compañero Drake Baldwin conectó un sencillo al jardín central, una jugada aparentemente rutinaria para muchos corredores, pero no para Acuña.
El astro venezolano, sin perder tiempo, tomó la tercera base a toda velocidad y, al notar una ligera desconcentración en el tiro de relevo de San Francisco, nunca detuvo su marcha. Como una locomotora sin frenos, Acuña Jr giró por la antesala y voló hacia el plato, deslizándose de manera espectacular para anotar una carrera que hizo estallar de emoción al público local.
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La jugada fue una clara muestra de cómo el actual MVP de la Liga Nacional sigue revolucionando el juego con su estilo agresivo y temerario. Los Gigantes, por su parte, quedaron en evidencia al no anticipar el atrevimiento de Ronald Acuña Jr, permitiendo que una carrera que parecía imposible se materializara ante sus ojos.
Esta electrizante acción no solo ayudó a los Bravos a tomar ventaja en el encuentro, sino que también volvió a dejar claro por qué Ronald Acuña Jr. es considerado uno de los peloteros más emocionantes de toda la MLB. Con su show de velocidad y astucia, el venezolano sigue haciendo historia y humillando rivales.