Todo empezó como un rumor hace apenas un par de meses. Sin embargo, cambios, anuncios y lanzamientos del 2025 aceleraron las noticias.
Y las novedades tienen como protagonistas a periodistas de peso y a empresas del sector caracterizadas por editar publicaciones de alta gama y de gran éxito como Vogue, Vanity Fair o New Yorker, y la recientemente aparecida 72, presentada hace unas semanas en Gran Bretaña.
Primero fue Chloé Malle, la nueva editora de Vogue Estados Unidos que reemplazó a Anna Wintour, quien durante 37 años estuvo al frente de la emblemática publicación de moda. En un extenso reportaje con The New York Times, escrito por la periodista Jessica Testa, quien sostuvo que la nueva directora prepara cambios muy importantes en la edición impresa de Vogue.
“La Sra. Malle cree que los números deberían publicarse con menos frecuencia y en torno a temas específicos o momentos culturales, lo que modificaría su calendario mensual actual. Estos números deberían considerarse más bien ediciones coleccionables, impresas en papel grueso de alta calidad. Su primer número impreso probablemente se publicará el próximo año”.
Y de inmediato reproduce una frase de Malle –hija de la actriz norteamericana Candice Bergen— en la que la nueva directora sustenta el posible cambio: “Conservo todos mis ejemplares de World of Interiors“, continuó Malle, refiriéndose a la revista de diseño de Condé Nast. “Siento que son algo que no se debe tirar, y eso tiene que ver con el tipo de papel, y que, en cierto modo, se sienten como documentos históricos“.
Pocos días después, la revista The New Yorker, también de Conde Nast, publicó en su edición de septiembre un reportaje a Anna Wintour, realizado a pocas horas de conocerse su reemplazo. El mismo estuvo a cargo del director del New Yorker, David Remnick, en las oficinas del One World Trade Center, donde hoy funcionan las revistas de la editorial.
La charla fue muy extensa y según confesó Wintour –quien sigue en su misma oficina, como Editora General de Contenidos de la empresa y a cargo de las 28 ediciones internacionales de Vogue—se dispuso a responder todo lo que le preguntasen ya que sólo quería dar esta entrevista y que los medios interesados en conocer sus opiniones pudiesen “levantarlas” de la misma. Es que el día que se conoció su reemplazo había recibido más de 200 propuestas de exclusivas.
Hubo una respuesta en el reportaje que llamó la atención cuando se le hizo la siguiente pregunta:
─¿Qué significa la impresión en el futuro para Vogue? De hecho, Chloe mencionó que quiere tener menos problemas de impresión. ¿Por qué?
─Bueno, creo que todos vemos la publicidad impresa como algo coleccionable y algo que quizás quieras archivar y conservar. Creo que también debe representar un momento de gran impacto. Necesitas una razón para poner a alguien en la portada de cualquiera de las historias que publiques. Creo que a eso se refería Chloe: que la revista debe sentirse, de alguna manera, más importante, más sustancial y diferente de las noticias de última hora del día a día que publicamos en tu sitio web o en el nuestro.
─¿Pero no se trata solo de una decisión sobre el declive de la publicidad impresa? ¿No es una decisión puramente comercial?
─Creo que es la decisión correcta. Creo que hay muchos factores que influyen. Obviamente, es algo que todos debemos discutir y determinar cuál es el camino correcto de cara al futuro. Pero parte de la idea de que la publicidad impresa debe sentirse más sustancial, más importante. Es nuestro desfile. Si piensas en cuánta gente asiste a un desfile de Vuitton, son entre cuatrocientas y ochocientas personas. Pero luego llegan a millones y millones…
─Al instante, vía Instagram.
─Al instante, en directo, sea lo que sea. Y creo que la prensa tiene esa misma responsabilidad. Transmites un mensaje, generas noticias, compartes tu visión, pero no tiene por qué repetirse una y otra vez, muchísimas veces al año. Creo que la mayoría de los grandes diseñadores probablemente presentan seis o siete desfiles al año, lo cual ya es mucho.
No fue un comunicado oficial, pero lo parece. Lo dijo Wintour, una institución dentro de Conde Nast, en la revista de opinión más importante de la editorial. Al menos, que se está estudiando convertir a Vogue en un objeto de culto, es una realidad. De concretarse, provocará una inmensa ola de cambios –quizá del tamaño de un maremoto—en la industria mundial de revistas.
Mientras tanto, este mes de septiembre también trajo otra noticia en esa dirección. Esta vez, del otro lado del Atlántico, en Gran Bretaña. Y el protagonista de la misma fue también un ex Vogue: Edward Enninful, director de la edición británica durante seis años, más cuatro como director editorial europeo de la revista.
Apenas 18 meses después de haberse retirado de la empresa, Enninful dio el puntapié inicial que anunció el nuevo fenómeno. Presentó en septiembre el primer número de 72, revista con la que inauguró EE72, una compañía de medios y entretenimientos propia que fundó en mayo con su hermana, la agente de talentos Akua Enninful. ¿Es una prueba? ¿Un testeo del mercado?
Lo cierto es que 72 es una publicación trimestral que eligió el mes más importante de la moda para su lanzamiento. Y es muy especial: entrevistas a personajes de primera línea, con artículos que van desde moda a bienestar, arte y cultura, excelente impresión, fotografía y papel y que apunta a convertirse en un coleccionable para guardar en la biblioteca como un libro cuatro veces al año. La portada del primer número la ocupó Julia Roberts, entrevistada por George Clooney. Dos grandes personajes frente a frente. Con imágenes tomadas por un consagrado fotógrafo: Craig McDean, también de Vogue.
La revista, además, tiene sus particularidades. Sus títulos son sólo nombres propios: 20 en total, entre ellos Pharrell Williams, Gwyneth Paltrow, Oprah Winfrey, Naomí Campbell, Stella McCartney, Marc Jacobs. En sus ciento once páginas, además, no hay un solo aviso publicitario y en la contratapa (un lugar muy preciado por los anunciantes para exponer su visibilidad) vuelve a aparecer Julia Roberts, más risueña que en la cubierta. Se negaron a hacer comentarios cuando se les preguntó si se pagaban por la colocación de productos o si las marcas pagaban por las sesiones fotográficas.
Su valor: algo más de 20 dólares el ejemplar. Edward Enninful aparece en los créditos como director creativo, mientras que Sarah Harris (hasta la salida de 72 estuvo 20 años en la British Vogue) es la directora editorial.
En declaraciones a The Guardian, Enninful afirmó que quería “crear algo táctil, atemporal y coleccionable, creando un objeto que rinda homenaje a los medios tradicionales con un enfoque poco convencional a la narrativa moderna. Aunque muchos dicen que la impresión ha muerto, yo creo lo contrario: la impresión se ha vuelto más poderosa que nunca y una forma de arte que debe preservarse“.
¿Es ésta una nueva moda que intenta colocar a las revistas de alta gama como publicaciones de culto?
La realidad es que existen razones más allá de las modas. Algunas periodísticas y otras económicas.
1. Hoy las plataformas online de las revistas de moda trabajan 24 horas, 7 días a la semana y dejan poco espacio o ninguno para dar novedades a los títulos mensuales. Vogue, en este sentido, es el mejor ejemplo con su servicio de mails, web, videos, fotos, noticias de moda y belleza, cursos para suscriptores, ofertas de artículos, conferencias, auspicios de eventos como la Met Gala en el que llega a más de 50 millones de personas.
2. Al tener más tiempo para planear menos ediciones en el año, los editores podrán darle más profundidad y contexto a sus producciones, para diferenciar a la revista de las producciones electrónicas. Con lo cual el papel podría convertirse en un producto de culto, ansiosamente esperado por los lectores y los anunciantes.
3. Al tener menos frecuencia habría un doble beneficio. La empresa ahorraría en la distribución mensual, fotografía, diseño, modelos, gastos de viaje, papel e impresión y parte de ese ahorro podría volcarse en un producto de excelencia periodística e industrial, con mayor precio de venta al público e incremento de la tarifa publicitaria.
Wintour, Malle, Enninful, declaraciones, lanzamiento, septiembre. ¿Todas estas coincidencias son una casualidad? ¿O estamos en el inicio de una nueva era en el mundo de las revistas, en principio con las dedicas a la moda?
En tiempos de tecnología de la información, webs, redes y noticias que fluyen rápidamente a través de los canales de la inteligencia artificial, esta es la novedad. Dada la velocidad de los acontecimientos, sólo falta saber en qué mes el proyecto se hará realidad.
Sobre el autor
Norberto Angeletti
Norberto Angeletti es coautor con Alberto Oliva del libro In Vogue. La historia ilustrada de la revista de moda más famosa del mundo, publicado por Rizzoli International en idioma inglés, español, francés, alemán e italiano. Con 20 años en librerías, es el libro sobre la cultura de la moda más vendido en el mundo.
Hoy Angeletti prepara su web “Legados Periodísticos”, dedicada a las creaciones editoriales que modernizaron y cambiaron al periodismo. Algunos de los títulos de esta colección de libros digitales son: El arte de escribir en Time; Las claves del Ensayo Fotográfico que creó Life; Anna Wintour: la fórmula de la editora que cambió el periodismo de moda; Cómo se hace el mismo diario en papel y digital; Helene Lazareff y la moda en acción que creó Elle; La creación de un hito y sus casos más polémicos: El Hombre del Año en Time.