Los Celtics, el viejo campeón, un equipo eterno, han protagonizado una resurrección que será histórica si acaba en anillo. Con entrenador novato, Ime Udoka, y rumores de mal ambiente y posible salida de alguna de sus estrellas (la más brillante, el finísimo Jayson Tatum) empezaron la temporada desnortados: el 21 de enero tenían balance negativo (23-24) y estaban fuera de los puestos de playoffs del Este. Desde entonces, levantaron un muro y, con la mejor defensa de la NBA, aceleraron hasta una Final a la que llegan después de eliminar a Kevin Durant y Kyrie Irving (Nets), Giannis Antetokounmpo (el campeón, Bucks) y JimmyButler (Heat). Ahora, después de dos agotadoras series resueltas en el séptimo partido y 14 batallas totales en el mes de mayo, llega el monstruo final, el último nivel del juego: GoldenState Warriors. El viejo emperador contra el rey 2.0. Una nueva rivalidad, la misma NBA de siempre. La de las Finales que construyen leyendas. Esta noche arranca la de 2022