“La Birkin” es un símbolo de estatus de la casa Hermes. Una cartera mítica, que se disputan reinas y nuevas ricas y no se puede comprar de un día para el otro. Puede costar entre 12.000 a 200.000 dólares, según su tamaño, su cuero, su interior. Solo la venden a viejas clientes de la casa.
Lo que pocos saben es que nació de un encuentro fortuito en un avión entre Jean Louis Dumas, director ejecutivo de Hermes y Jane Birkin, la actriz y cantante británica que los franceses adoraron, una figura icónica y esposa de Serge Gainsbourg.
Ella viajaba con una canasta repleta de cosas en un vuelo de París a Londres. A su lado, se sentaba Dumas. En esa canasta tan francesa, Jane reunía su propia vida: mamá, cantante, actriz. Era un caos.
Cuando Dumas la vio, nació la idea. ¿Por qué no reemplazar la canasta por una cartera Hermes con su nombre?
Jane era un ícono, con su acento británico, su sensual canción de Je t´aime… moi non plus con su marido, que el Observattore Romano consideró como “obscena”. Y se convirtió en la mejor propaganda global.
Así nació La Birkin, cuyo modelo original, el que usó ella hasta que la donó para una causa humanitaria, será rematado este jueves en Sotheby´s de la rue du Faubourg St Honoré. Ella murió de un ataque cerebral en el 2023.
En octubre, se exhibió como una obra de arte en la nueva sede parisina de Sotheby’s.
Admirado durante más de dos semanas, se subasta este jueves en la famosa casa parisina. Un hito: este legendario accesorio es un Santo Grial vintage. Un modelo legendario, que aún hoy está disponible en múltiples versiones, muy codiciado por las clientas de Hermes.
Este accesorio único nacería especialmente para ella unos meses después, en 1985. El prototipo de cuero negro, entregado a Jane Birkin, se inspiró en el bolso Haut à Courroies de la casa de moda francesa. Pero se distinguía por varias características únicas, nunca más reproducidas en otro Birkin.
Su ancho y alto son los de un Birkin de 35 cm, mientras que su profundidad es la de un Birkin de 40 cm. Los cierres de gancho son iguales a los del Haut à Courroies, y el metal es latón dorado.
El bolso también cuenta con una bandolera fija y una curiosa característica: un cortaúñas, sujeto a la base interior de la bandolera. Sin olvidar, por supuesto, las huellas en el cuero de las múltiples pegatinas emblemáticas de causas que Jane Birkin apreciaba, como Médicos del Mundo y UNICEF.
Jane Birkin usó su bolso durante casi 10 años, antes de donarlo en 1994 a una venta benéfica, Les Auctions de l’Espoir, organizada en apoyo a la asociación AIDS Solidarity.
“Van a seguir hablando de la cartera después de mi muerte”, supuso Jane en CNN. No quería pasar a la historia solo por su cartera.
Bohemia, progresista, defensora de causas humanitarias, “conseguí que Hermes aportara fondos a mis obras benéficas al ver la fortuna que estaban amasando. Una cierta cantidad de dinero cada año va directamente a mi obra benéfica y seguirá así, después de mi muerte”, dijo en la misma entrevista. “Así que esa bolsa, bastante insignificante y pesada, ha hecho mucho bien en el mundo”, dijo Birkin.
Revendida en mayo de 2000 a Catherine B., especialista en artículos vintage de la boutique parisina Les 3 Marches, la cartera ha permanecido desde entonces en manos privadas.
Expuesta en Nueva York del 6 al 12 de junio y en París del 3 al 9 de julio, se subastará en París este jueves 10 de julio durante el evento “Fashion Icons” de Sotheby’s.
Un fenómeno en la historia de la moda, este accesorio icónico, tan legendario y actual como cuarenta años después de su creación, se espera que su precio explote en la subasta durante la Semana de la Alta Costura en París.
La nueva Madame Bezzos ya se encuentra en París participando en los desfiles de moda y está interesada en ella.