
La búsqueda de poder y consistencia ofensiva se ha convertido en una prioridad para los Red Sox de cara a la próxima temporada. Si la organización no logra cerrar acuerdos con Alex Bregman en la agencia libre, el mercado de cambios aparece como la ruta más viable para sumar un nombre que pueda producir de inmediato. Y en ese escenario, el mexicano Isaac Paredes encaja de forma casi perfecta como alternativa para ocupar el rol de bate número dos.
Paredes, quien conectó 30 jonrones en 2023 y estaba proyectado para repetir la cifra antes de lesionarse el año pasado, representa un perfil ofensivo estable y con un techo muy atractivo. Su combinación de disciplina en el plato, contacto sólido y capacidad para hacer daño sin necesidad de poncharse lo convierte en un pelotero ideal para un lineup que necesita reducir swings fallidos y aumentar tráfico en las bases.
Además, su ajuste a Fenway Park sería inmediato. Paredes es un bateador que aprovecha las líneas, ataca el lado izquierdo del campo y tiene la capacidad de generar elevación constante, un estilo que históricamente se traduce bien en la atmósfera ofensiva del estadio. Más allá de su producción, aporta versatilidad: puede cubrir tercera base, primera base o el rol de bateador designado, las tres posiciones que hoy generan mayor incertidumbre en la estructura de Red Sox.
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Con apenas 27 años para febrero y dos temporadas adicionales de control contractual, el valor de Paredes va más allá del rendimiento inmediato. Representa una inversión sólida a mediano plazo para una organización que debe decidir si reconstruye parcialmente o acelera su regreso a la competitividad. La posibilidad de obtener un bate joven, probado y aún en ascenso no suele estar disponible por mucho tiempo en el mercado.
Si los Red Sox finalmente no dan el golpe doble en la agencia libre, un intercambio por Paredes podría convertirse en el movimiento que equilibre el orden ofensivo, aumente la profundidad del roster y ofrezca estabilidad en varias posiciones. Su perfil, producción y adaptabilidad lo señalan como una pieza prácticamente hecha a la medida para Boston.






