Dos de los grupos israelíes de derechos humanos más conocidos afirmaron el lunes que Israel estaba cometiendo genocidio contra los palestinos en la Franja de Gaza, lo que avivó un apasionado debate internacional sobre si la muerte y la destrucción allí han traspasado una línea roja moral.
Los dos grupos eran B’Tselem, una agrupación de monitoreo de derechos que documenta los efectos de las políticas israelíes sobre los palestinos, y Médicos por los Derechos Humanos-Israel. Su anuncio marcó la primera vez que importantes grupos israelíes de derechos humanos concluyeron públicamente que la guerra en Gaza es un genocidio, una evaluación ya realizada por organizaciones como Amnistía Internacional.
En un informe titulado “Nuestro Genocidio”, B’Tselem citó los efectos devastadores de la guerra de Israel sobre los palestinos comunes para respaldar su afirmación: la matanza de decenas de miles de palestinos en Gaza; la destrucción de vastas zonas de ciudades palestinas; el desplazamiento forzado de casi la totalidad de los 2 millones de habitantes de Gaza; y la restricción de alimentos y otros suministros vitales.
En conjunto, la campaña israelí ha constituido una “acción coordinada para destruir intencionalmente la sociedad palestina en la Franja de Gaza”, escribió la organización. “En otras palabras: Israel está cometiendo genocidio contra los palestinos en la Franja de Gaza“.
Palestinos desplazados esperan frente a un comedor.Foto: Saher Alghorra/The New York Times
El debate sobre si la guerra en Gaza constituye un genocidio se ha desarrollado también en la Corte Internacional de Justicia, donde Sudáfrica ha presentado un caso de genocidio contra Israel. La corte aún no se ha pronunciado al respecto.
La oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, no hizo comentarios de inmediato. En enero de 2024, en la Corte Internacional de Justicia, Tal Becker, miembro de la defensa legal de Israel, afirmó que Israel estaba luchando contra Hamas, no atacando a los palestinos en su conjunto.
“Lo que Israel busca al operar en Gaza no es destruir a un pueblo, sino proteger a un pueblo, su pueblo, que está bajo ataque en múltiples frentes, y hacerlo de acuerdo con la ley”, dijo Becker ante el tribunal.
El genocidio tiene una definición específica en el derecho internacional: actos particulares llevados a cabo con la intención de destruir un grupo en su totalidad o en parte. La acusación toca una fibra sensible para Israel, un Estado fundado después del intento de la Alemania nazi de exterminar a la población judía europea.
Ayuda lanzada en paracaídas por un avión de los Emiratos Árabes Unidos.Foto: Saher Alghorra/The New York Times
Israel niega enérgicamente que su guerra contra Hamas en Gaza equivalga a genocidio, argumentando que Hamas busca destruir el Estado judío. Funcionarios israelíes también han señalado el ataque liderado por Hamas el 7 de octubre de 2023, en el que murieron 1.200 personas, en su mayoría civiles, lo que provocó la devastadora respuesta israelí.
La posterior campaña de bombardeos y ofensiva terrestre israelí en Gaza ha matado a más de 59.000 personas, incluidos miles de niños, según el Ministerio de Salud de Gaza. Esa cifra no distingue entre civiles y combatientes; en un momento, el jefe del ejército israelí dijo que casi 20.000 combatientes de Hamas habían muerto en el conflicto, sin proporcionar pruebas.
Yuli Novak, directora de B’Tselem, dijo que no pretendía minimizar el “horrible ataque” que Hamas había perpetrado el 7 de octubre. Pero el asalto había provocado un ataque israelí contra la vida palestina en Gaza que había derivado en genocidio, afirmó.
Compañeros periodistas lloran la muerte de un colega palestino, Mohammed Abu Hatab, en Gaza. Foto: Yousef Masoud/The New York Times
“El informe que publicamos hoy es uno que nunca imaginamos que tendríamos que escribir”, dijo Novak en una conferencia de prensa en Jerusalén. “Pero en los últimos meses, hemos sido testigos de una realidad que no nos ha dejado otra opción que reconocer la verdad”.
Requisitos legales y acusaciones de intención
Como parte del caso de genocidio, el derecho internacional exige que haya pruebas de intención. En el informe del lunes, B’Tselem citó una serie de declaraciones deshumanizadoras de funcionarios del gobierno israelí, como una declaración de Yoav Gallant, exministro de defensa, de que Israel estaba luchando contra “animales humanos” en Gaza. Algunos políticos israelíes también han dicho que su objetivo es expulsar a los palestinos restantes de Gaza.
Los líderes israelíes argumentan que el país ha cumplido con el derecho humanitario, que los generales trabajan en estrecha colaboración con asesores legales que garantizan el cumplimiento de las normas, y que Israel ha ido más allá de lo que otros países occidentales han hecho en situaciones similares. Netanyahu, en ocasiones, se ha distanciado de las declaraciones más extremas hechas por sus aliados políticos.
Palestinos lloran a los muertos tras un ataque aéreo en la ciudad de Gaza. Foto: Saher Alghorra/The New York Times
Pero para la gran mayoría de los civiles en Gaza, los últimos 22 meses han sido un intento desesperado de sobrevivir al constante bombardeo israelí, encontrar suficiente comida y agua potable para sus familias, y huir en medio de las advertencias israelíes de evacuar de inmediato o arriesgarse a morir. El creciente número de palestinos en Gaza que ahora sufren de hambre ha contribuido al aumento de las críticas a Israel por parte de algunos de sus aliados de siempre.
Funcionarios militares israelíes a menudo atribuyeron el impacto mortal de la guerra en los palestinos a la estrategia de Hamas de luchar contra su insurgencia escondiéndose entre civiles. Los grupos de derechos israelíes dijeron que solo eso no podía explicar la muerte y destrucción desenfrenadas en Gaza.
“La afirmación de Israel de que los combatientes de Hamas o miembros de otros grupos armados palestinos estaban presentes en instalaciones médicas o civiles, frecuentemente sin proporcionar ninguna evidencia, no puede justificar ni explicar una destrucción tan generalizada y sistemática”, escribió B’Tselem.