Tras varias semanas de acusaciones cruzadas, el conflicto entre Tailandia y Camboya se reavivó estos días con enfrentamientos en la frontera. La confrontación, que tiene su origen en 1950, tiene su raíz en la disputa por la soberanía de zonas fronterizas.
Luego de una década de paz, los combates reaparecieron y dejaron al menos 35 muertos, decenas de heridos y unos 291.000 desplazados que se refugian en centros de evacuación y campos temporales.
Los orígenes del conflicto entre Camboya y Tailandia se remontan a la década de 1950, poco después de que Camboya se independizara de Francia.
En una primera instancia, la disputa se centró en la propiedad del templo de Preah Vihear. Este caso llegó a la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que en 1962 falló a favor de Camboya, otorgándole la soberanía sobre el templo.
A pesar del fallo, el problema no se resolvió por completo y quedó latente durante las siguientes décadas, especialmente cuando Camboya se vio sumida en una guerra civil. La falta de una demarcación conjunta de algunas secciones de las fronteras entre ambos países mantuvo viva la disputa.
El conflicto resurgió con fuerza en 2008 tras la nominación del templo de Preah Vihear como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO por parte de Camboya, y por las protestas en Tailandia contra su propio gobierno.
Los enfrentamientos militares que siguieron llevaron a una nueva solicitud de aclaración a la CIJ, que emitió una resolución en 2013. En ese contexto, la disputa se expandió, abarcando también otras zonas fronterizas superpuestas, como las que rodean los antiguos templos jemeres de Prasat Ta Muen Thom y Prasat Ta Krabey.
Tras más de una década sin conflictos, la tensión volvió a estallar en mayo pasado con la muerte de un soldado camboyano en una batalla entre ambos ejércitos en la frontera. En este contexto, las partes reforzaron el despliegue de tropas en zonas donde se solapan reclamos territoriales.
Mientras que Tailandia busca un acuerdo bilateral, Camboya elevó el conflicto a la CIJ en junio. A pesar del componente territorial del conflicto, su estallido levantó varias especulaciones sobre las verdaderas razones de este encontronazo entre los dos países.
Tailandia y Camboya acordaron un alto el fuego “incondicional e inmediato” a partir de la medianoche del martes 29 de julio, según dijo el lunes el primer ministro de Malasia, Anwar Ibrahim.
Se trata de un avance significativo para resolver cinco días de mortales enfrentamientos fronterizos que dejaron decenas de muertos y desplazados.
El primer ministro de Camboya, Hun Manet, y el primer ministro interino de Tailandia, Phumtham Wechayachai, elogiaron el resultado de la reunión y se dieron la mano junto con Anwar, al concluir la breve conferencia de prensa en Malasia.
Anwar, quien presidió las conversaciones como jefe del bloque regional de la ASEAN, señaló que ambas partes llegaron a un entendimiento común para tomar medidas que permitan volver a la normalidad. “Este es un primer paso vital hacia la desescalada y la restauración de la paz y la seguridad”, dijo Anwar.
Es “hora de comenzar a reconstruir la confianza, la seguridad y la cooperación hacia adelante entre Tailandia y Camboya”, subrayó Hun Manet.