En una pelea intensa, táctica y que puede ser considerada de las mejores del año, Olivia Curry (7-2-2) y la australiana Kaye Scott (4-1-1) protagonizaron un empate por decisión mayoritaria en su combate por el campeonato mundial WBA del peso medio femenino, celebrado este 19 de septiembre en el emblemático Fox Theatre de Detroit, Michigan. Las tarjetas oficiales reflejaron la paridad del duelo: 98-92 para Scott, y 95-95 en las otras dos, dejando el título vacante sin una nueva monarca.
Desde el primer asalto, la pelea mostró un careo con estilos bien marcados. Curry, peleando en casa, apostó por la presión constante, el trabajo al cuerpo y la búsqueda de intercambios en la corta distancia. Scott, de 41 años y con una extensa trayectoria amateur, se mantuvo fiel a su boxeo técnico, utilizando el jab, desplazamientos laterales y combinaciones precisas para controlar el ritmo.
La tarjeta 98-92 a favor de Scott reflejó su dominio en los primeros episodios, donde logró imponer su distancia y neutralizar los avances de Curry. Sin embargo, la estadounidense ajustó en la segunda mitad del combate, cerrando fuerte los últimos asaltos y ganándose el respeto de los jueces con su agresividad y volumen de golpeo. Las dos tarjetas empatadas en 95-95 evidenciaron lo reñido del enfrentamiento y la dificultad para establecer una ganadora clara.
El resultado dejó sensaciones encontradas. Para Scott, fue una actuación sólida en territorio hostil, que reafirma su vigencia en el circuito profesional tras una carrera amateur destacada. Para Curry, significó una muestra de carácter y evolución, aunque sin la recompensa del cinturón. Ambas peleadoras terminaron con respeto mutuo y la posibilidad abierta de una revancha.
El empate entre Curry y Scott se robó los reflectores de la noche y dejó uno de los combates más interesantes de 2025.