Los jugadores de la NBA tienen una vida sin parangón donde los sueldos altos y el lujo se combinan con largos viajes y un compromiso durante la mayor parte del año con el equipo.
Esto implica que las familias muchas veces vean a sus padres, maridos, hermanos, hijos más veces por televisión que en persona, pues no siempre tienen la posibilidad de viajar o están dispuestos a pasarse largas horas para solamente ver un partido de baloncesto y volver a casa.
Además, en muchas ocasiones también implica dejar de lado los sueños propios para que el jugador pueda centrarse solamente en el baloncesto y consiga esos altos salarios, sobre todo en los casos de los jugadores mejor pagados del mundo, como LeBron James o Stephen Curry.
Ahora ha sido precisamente la mujer de este último, el jugador emblema de los Golden State Warriors, quien ha revelado los sacrificios que tuvo que aceptar para no afectar a la carrera de su marido. Ayesha Curry (36 años), mantiene una relación con el base desde que tenían solo 15 años, en el instituto.
Aunque ahora son un matrimonio idílico, cuando era joven no tenía tan claro que estuviera dispuesta a dejarlo todo de lado por el futuro padre de sus hijos: “No quería tener hijos, no quería casarme. Pensaba que iba a ser una mujer con una carrera, tenía mis objetivos. Pero todo ocurrió muy pronto en mi vida y nunca sabes lo que puede pasar”, indicaba en el podcast ‘Call Her Daddy’.
Por eso, tras casarse joven y convertirse en madre poco después cambió y aceptó su nuevo destino. Los objetivos personales quedaron a un lado y la fama y el reconocimiento de su marido empezaron a superarle: “Recuerdo que poco después de nacer mi primera hija, una mujer abrió la puerta del coche solo para ver al bebé y me dijo: ‘Sabías a lo que te metías’“, recuerda sobre los primeros años familiares.
En este sentido, comenta que “no tuvo tiempo de pensar en lo que quería realmente” porque su vida se aceleró al contraer matrimonio. Recuerda un momento cuando su hija Riley cumplió un año que por un momento paró la vorágine en lo que se había convertido su día a día para recordar que ella tenía objetivos, aunque abrazó el tipo de vida que había empezado sin pensarlo.
Tras la revelación de la Ayesha, muchos usuarios de las redes sociales se lanzaron a criticarla por los comentarios acerca del matrimonio por ser una persona “desagradecida” o “irrespetuosa” con la vida que se le había abierto gracias a los ingresos y fama de su marido.
Sin embargo, otras personalidades que han vivido situaciones similares han querido ponerse en su lugar y defender que pueda expresarse sin que otros valoren negativamente sus palabras. Así lo ha hecho la hija del exjugador Jalen Rose, Mariah Rose: “Sinceramente, creo que a la gente no le gusta que cada palabra que sale de su boca no sea: ‘Tengo mucha suerte de estar casada con Steph Curry’“, apuntaba.
La familia Curry tras las finales de Conferencia de 2022. / ·
La realidad es que Ayesha siempre se ha mostrado muy feliz con la vida que tiene y en ocasiones ha asegurado que “no cambiaría nada“. En esta ocasión, solamente intentaba expresar la visión de la vida que tenía antes de convertirse en ‘la esposa de‘, un apelativo que tampoco le gusta, defendiendo que lejos de ser un llavero, ella tenía sus propias metas.
Actualmente Ayesha y Steph Curry llevan casados 14 años y tienen cuatro hijos, mientras que el jugador encara la recta final de su carrera, consagrado como el mejor lanzador de la historia del baloncesto y uno de los mejores ‘point guards’ de siempre.