Ser una estrella de la NBA midiendo solo 1,60 metros parece imposible. Sin embargo, Tyrone Curtis “Muggsy” Bogues (Baltimore, 1965) lo logró, no solo por su talento, sino por su increíble historia de superación en un entorno adverso.
Nacido el 9 de enero de 1965 en uno de los barrios más peligrosos de Baltimore, Bogues vivió una infancia marcada por la violencia y las drogas. A los cinco años, un disparo accidental le impactó en las manos durante un tiroteo en su calle. “Esa noche supe que tenía que luchar por una vida diferente”, recordaría años después.
Criado en un hogar con cuatro hermanos, Bogues fue el más pequeño. Su padre fue encarcelado por robo a mano armada cuando Muggsy tenía solo 12 años, y su hermano Chuckie también terminó en prisión por consumo de drogas.
Desde joven, Bogues brilló en los duelos callejeros junto a futuras estrellas como David Wingate y Reggie Lewis. En el Instituto Dunbar de Baltimore deslumbró como base, lo que le valió una beca en Wake Forest University, donde fue líder en asistencias y recuperaciones durante cuatro años.
En 1986, ganó el Mundial con la selección de Estados Unidos, y al año siguiente fue elegido número 12 del Draft por los Washington Bullets. Su primer contrato le permitió sacar a su familia de la pobreza, comprarle una casa a su madre y contratar un abogado para intentar liberar a su padre.
Bogues se convirtió en el jugador más bajo en jugar en la NBA, una marca que aún conserva. En Washington compartió vestuario con Manute Bol (2,31 m), generando una icónica imagen que contrastaba sus estaturas.
La viral e histórica imágne de Bogues junto a Bol Bol / Bullets
En 1988, fichó por los Charlotte Hornets, donde vivió sus mejores años como profesional. Durante diez temporadas, se convirtió en un ídolo local, promediando dobles dígitos en puntos y asistencias. En la temporada 1993/94 registró 10,8 puntos, 10,1 asistencias y 4,1 rebotes, con una valoración media de 19 créditos.
Muggsy era un pasador brillante, con gran velocidad y un instinto defensivo sobresaliente. Aunque casi nunca perdía balones, en la 93/94 —su temporada con más minutos— superó los dos errores por partido. Aun así, dejó récords aún vigentes: es el líder histórico en asistencias (5.557) y robos (1.067) de los Charlotte Hornets. Además, acabó en seis temporadas consecutivas entre los siete mejores en asistencias, y registró 146 dobles-dobles en su carrera. Pese a su estatura, bloqueó 39 tiros, incluido uno al legendario Patrick Ewing con quien apareció en la mítica película Space Jam junto a Michael Jordan.
Michael Jordan no solo dejó huella por su juego, sino también por su intensidad verbal en la cancha. En la primera ronda de los playoffs de 1996, tras regresar a la NBA, Jordan se enfrentó a los Charlotte Hornets de Bogues.
Durante ese cruce surgió una de las frases más polémicas: “Tira ya, maldito enano”, fue lo que, según se cuenta, Jordan le dijo a Bogues mientras lo defendía. Para muchos, esas palabras “acabaron con la carrera” del pequeño base.
Sin embargo, Muggsy Bogues ha negado tajantemente esa narrativa:
“Jordan me dijo eso. Tiré, ¿y se supone que fallé y que eso tuvo efecto en el resto de mi carrera? No tiene sentido”, aseguró. Y razón no le falta: Bogues seguiría jugando cinco temporadas más en la NBA.
Muggsy Bogues no solo fue el jugador más bajo en la historia de la NBA. Fue un símbolo de perseverancia, de alguien que, pese a crecer entre balas, cárceles y adicciones, alcanzó la cima en el deporte más dominado por gigantes.