Miguel Rojas casi se pierde el juego 7 de la Serie Mundial

La exigencia de la Serie Mundial suele dejar historias que trascienden lo deportivo. Una de ellas tuvo como protagonista a Miguel Rojas, quien confesó después del histórico Juego 7 que estuvo muy cerca de no poder disputar el encuentro debido a un problema físico inesperado. El infielder reveló que sufrió molestias en las costillas durante la celebración previa con sus compañeros, lo que puso en duda su disponibilidad para el partido decisivo.

Miguel Rojas explicó que el dolor se manifestó con fuerza al día siguiente, comprometiendo su movilidad y su capacidad para ejecutar acciones defensivas de rutina. A pesar de ello, decidió tomar el campo respaldado por tratamientos médicos, medicamentos y la determinación de acompañar al equipo en el momento más importante de la temporada. La situación fue tan compleja que el jugador reconoció haber disputado varias entradas al límite de su resistencia física.

Miguel Rojas jugó lesionado el juego 7 de la Serie Mundial

El encuentro que se extendió a extra innings exigió aún más del experimentado infielder. Tras completar once episodios, solicitó ser reemplazado, entendiendo que el equipo necesitaba a un jugador completamente saludable para cerrar el juego. El momento clave llegó cuando Will conectó el jonrón que cambió el rumbo del partido, una acción que permitió a Miguel Rojas expresar al cuerpo técnico que era el momento adecuado para ceder su lugar y proteger el resultado.

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Su decisión reflejó liderazgo, conciencia de equipo y respeto por la instancia competitiva. La Serie Mundial no solo se gana con batazos decisivos o grandes actuaciones desde el montículo, sino también con sentido colectivo y sacrificio en silencio. El gesto de Miguel Rojas se suma a las historias que construyen el carácter de un campeón y refuerza su importancia dentro del clubhouse.

El infielder se ha destacado a lo largo de su carrera por su ética de trabajo, responsabilidad defensiva y capacidad para aportar en momentos de presión. Su testimonio tras el Juego 7 confirma que, más allá de las estadísticas, su valor radica en la entrega total en los escenarios que realmente definen una temporada.