
Los Mets de Nueva York exploran opciones para reforzar su roster y uno de los nombres que más fuerza ha tomado en las últimas horas es el de Cody Bellinger. El ex MVP no solo representa una mejora inmediata en la ofensiva, sino también un recurso defensivo de enorme valor para un club que busca versatilidad y estabilidad en sus jardines. Su habilidad para desempeñarse en el jardín izquierdo, el jardín central o en la primera base lo convierte en una pieza estratégica para una franquicia que quiere acelerar su transición hacia un equipo más competitivo.
Bellinger ofrece un perfil difícil de encontrar en el mercado actual: atleta, zurdo con poder y con experiencia en escenarios de alta presión. Para los Mets, su llegada podría convertirse en un punto de inflexión en la construcción de una alineación más profunda y equilibrada. Además, su flexibilidad en el terreno permite a la gerencia adaptarse a distintos escenarios de planificación, algo clave en el mediano plazo.
Si la organización decide firmar a un primera base bajo un contrato corto, Bellinger podría moverse de manera temporal a los jardines sin perder valor en el esquema. Una vez que ese inicialista deje al equipo, el plan ideal contempla que Bellinger ocupe la primera base a tiempo completo, mientras que Bellinger sería desplazado al jardín izquierdo, donde su rendimiento defensivo suele ser más eficaz. Ese tipo de maniobra proporciona continuidad y orden sin comprometer la estructura del equipo en temporadas futuras.
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Lo que hace más atractiva la posible llegada de Bellinger es que encaja tanto en el presente como en el futuro. Para 2025, aportaría poder, defensa e impacto inmediato. A largo plazo, daría estabilidad en posiciones clave mientras el club continúa desarrollando su núcleo joven. En un mercado competitivo y con pocas superestrellas disponibles, la versatilidad de Bellinger podría ser el detalle que incline la balanza en Mets.






