
Estas cifras han generado revuelo entre analistas y fanáticos, pero los expertos advierten que se trata, principalmente, de “pérdidas contables” una práctica común en el mundo empresarial que permite amortizar inversiones o justificar reducciones fiscales. Detrás de estos números, la realidad financiera del béisbol es mucho más compleja.
Aunque la liga presenta pérdidas operativas, el valor total de las franquicias continúa en ascenso. De hecho, varios equipos han alcanzado cifras históricas en ingresos por derechos televisivos, patrocinios y ventas digitales. La MLB registró ingresos récord globales en 2025, impulsados por la expansión del streaming y el crecimiento del mercado internacional.
En el caso de los Mets de New York, el equipo de Queens sigue siendo un reflejo de la ambición de su propietario, Steve Cohen, cuyo patrimonio neto supera los 21.000 millones de dólares. A pesar del déficit reportado, el magnate ha demostrado que está dispuesto a invertir sin límites para convertir a la franquicia en una potencia, sin importar los números en rojo a corto plazo.
En resumen, las supuestas “pérdidas” de la MLB deben verse en contexto: no como un signo de crisis, sino como parte del complejo juego financiero detrás del negocio del béisbol, donde las franquicias, más que equipos deportivos, se han convertido en activos multimillonarios en constante apreciación.
¿Crisis o estrategia contable? La realidad es que, mientras los balances muestran pérdidas, el béisbol sigue siendo uno de los negocios más rentables del deporte mundial.






