En plena Serie de Campeonato de la Liga Americana (ALCS), Max Scherzer volvió a demostrar por qué es uno de los competidores más intensos del beisbol moderno. Durante el cuarto juego entre Toronto y Seattle, el veterano lanzador protagonizó un momento de alta tensión al negarse rotundamente a abandonar el montículo cuando el manager John Schneider se acercó para retirarlo.
La escena, captada por las cámaras y viralizada en segundos, mostró a Max Scherzer gritando “¡No voy a salir!” mientras Schneider intentaba calmar la situación. El gesto fue interpretado por muchos como una muestra de carácter, pero también abrió el debate sobre los límites del liderazgo en el diamante.
A sus 41 años, Max Scherzer no solo conserva la potencia en su brazo, sino también una convicción inquebrantable. Tras el altercado, completó el inning sin permitir carreras, reforzando su postura con resultados. En el caso de Scherzer, su negativa se tradujo en una actuación dominante que mantuvo a los Azulejos con vida en la serie.
Te podría interesar: Red Sox ponen la mira en japonés como posible reemplazo de Alex Bregman
Más allá del resultado, el incidente refuerza la narrativa de Max Scherzer como un competidor feroz, capaz de desafiar decisiones estratégicas cuando cree en su capacidad. En octubre, cuando cada lanzamiento puede definir una temporada, tener a alguien con ese temple puede marcar la diferencia.