
La Serie Mundial 2025 no solo ha entregado emociones en el terreno, sino también fuera de él. Tras permitir cinco carreras limpias en el Juego 5 ante los Blue Jays, el lanzador de los Dodgers, Blake Snell, atribuyó su actuación a la “mala suerte”, una declaración que no pasó desapercibida.
“Me conectaron bien, pero también hubo pelotas que cayeron donde no había nadie. Fue mala suerte”, dijo Snell en conferencia postpartido. Sus palabras generaron reacciones inmediatas, especialmente en el dugout rival.
John Schneider, mánager de los Blue Jays, no tardó en responder. “No creo que haya sido suerte. Nuestro plan era presionarlo desde el primer inning y funcionó. Eso es ejecución, no azar”, afirmó con tono firme. Schneider defendió el enfoque ofensivo de su equipo, que ha sido consistente a lo largo de la serie.
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El cruce verbal entre ambos protagonistas añade tensión a una final ya cargada de dramatismo. Mientras Blue Jays se acerca al título, los Dodgers enfrentan cuestionamientos internos y presión mediática. La narrativa se ha bifurcado: por un lado, la estrategia efectiva de los Blue Jays; por otro, la autodefensa de Snell ante una salida que podría costarle caro.
Con el Juego 6 en puerta, las declaraciones se suman al espectáculo. Los micrófonos, al igual que los bates, están encendidos. Y en una Serie Mundial donde cada detalle cuenta, incluso las palabras pueden cambiar el curso de la historia.






