La noche del sábado dejó dos nuevos campeones en el firmamento de la Asociación Mundial de Boxeo (WBA), tras una jornada de alto voltaje en la que Arslanbek Makhmudov y Josh Padley se alzaron con los títulos WBA Intercontinental de peso pesado y WBA Internacional superpluma, respectivamente. Ambos combates ofrecieron estilos contrastantes, pero coincidieron en un mismo desenlace: dominio claro y decisión unánime.
El ruso Arslanbek Makhmudov (21-2, 19 KO) volvió a demostrar por qué es considerado uno de los pesos pesados más intimidantes del circuito. Enfrentó al británico David Allen (24-8-2, 19 KO) en un combate pactado a doce asaltos, donde impuso su potencia y volumen de golpes desde el primer round. Aunque Allen mostró resistencia y momentos de lucidez, las tarjetas fueron contundentes: 117-109, 116-110 y 115-111 para el ruso aunque le restaron dos puntos.
Makhmudov, apodado “El León”, utilizó su jab como herramienta de control y castigó con combinaciones al cuerpo que mermaron la movilidad de Allen. El británico, conocido por su aguante y estilo frontal, intentó responder en los intercambios, pero fue superado por la presión constante y el físico dominante del ruso, quien además conectó los golpes más limpios y efectivos.
Con esta victoria, Makhmudov se adjudica el título WBA Intercontinental y se posiciona como uno de los principales candidatos a disputar una eliminatoria mundial.
En la división superpluma, el británico Josh Padley (17-1, 5 KO) derrotó por decisión unánime a su compatriota Reece Bellotti (20-7, 15 KO), en un duelo técnico y táctico que se resolvió con tarjetas de 97-93, 97-93 y 99-92. Padley, más joven y con menos experiencia profesional, sorprendió por su madurez en el ring y su capacidad para neutralizar el poder de Bellotti.
Desde el inicio, Padley apostó por el desplazamiento lateral, el jab constante y la defensa activa. Bellotti, con mayor recorrido y pegada, buscó acortar la distancia y conectar en la corta, pero se encontró con un rival escurridizo y preciso. El ritmo del combate fue marcado por Padley, quien supo administrar su energía y cerrar los asaltos con golpes efectivos. La victoria le dio a Padley el título WBA Internacional superpluma y lo proyecta en la división.