Movimiento bomba (que no inesperado) en la NBA. Los Phoenix Suns han decidido poner punto final al descalabro que arrastraban como proyecto y, semanas después de traspasar a su gran estrella, Kevin Durant, han optado también por desprenderse de Bradley Beal, en el que ya es el despido más caro de la historia de la NBA.
Escolta y franquicia —una relación que apuntaba a ser amor a primera vista— ha terminado siendo tóxica. Ambas partes han acordado un buy-out de su contrato por valor de 97 millones de dólares. Beal ha renunciado a 13,8 millones de los 110,8 que debía percibir en las dos próximas temporadas para abandonar un equipo al que llegó como la pieza definitiva para conquistar el anillo.
Tal y como apunta el portal The Athletic, los Suns podrían optar por dividir esos casi 100 millones a lo largo de los próximos cinco años, lo que dejaría una media de unos 19,4 millones de “dinero muerto” por temporada. Esta losa financiera estará presente, como mínimo, hasta la temporada 2029-2030.
Las mismas fuentes indican que el jugador formado en Florida se convertirá, una vez resueltos los procesos burocráticos, en jugador de Los Angeles Clippers. El conjunto angelino le habría ofrecido un acuerdo de 11 millones por dos temporadas: 5,3 millones para la próxima y una opción de jugador de 5,7 millones para la siguiente. En el Intuit Dome, Beal se reunirá con James Harden y Kawhi Leonard en un proyecto dirigido por Tyronn Lue, quien habría solicitado expresamente su fichaje gracias a su estrecha relación con Jesse Philips, miembro del cuerpo técnico con quien Beal compartió vestuario en Washington.
El equipo de Arizona echó toda la carne en el asador en el verano de 2023. Con Bradley Beal y Kevin Durant ya en plantilla, una de las mejores duplas ofensivas de la liga, los despachos decidieron tirar la casa por la ventana con la llegada de Beal, un anotador compulsivo que firmó números históricos durante casi una década en los Washington Wizards.
Beal era la última pieza que faltaba en el puzle para que los Suns se convirtieran en candidatos al título… o al menos eso pensaba la gerencia. Desesperados por levantar su primer trofeo Larry O’Brien, tras perder las Finales de 2021 ante Milwaukee pese a comenzar con un 2-0, apostaron todo.
La revolución en Phoenix ya es un hecho. Hace pocas semanas, y tras meses de rumores, traspasaron a Kevin Durant a los Houston Rockets, recibiendo a cambio piezas como Dillon Brooks, Jalen Green y varias rondas del draft. Cabe recordar que los Suns hipotecaron su futuro cuando decidieron formar un big three con Durant, Devin Booker y Beal, entregando por este último cuatro primeras rondas y seis segundas. Como si fuera poco, el escolta llegó con una cláusula de no traspaso que atormentó a la franquicia e impidió cualquier maniobra de salida durante meses. Las esperanzas de pelear por el anillo con ese trío nunca llegaron ni a rozarse. En las últimas cuatro temporadas, los Suns no pasaron de las semifinales de la Conferencia Oeste y, en la pasada 2024/25, ni siquiera se clasificaron para los playoffs.