La paradoja del gato de Schrödinger y la Vinotinto

Fútbol1 months ago37 Vistas


Volante 8 con la Mente

 

Luis VilchezLa selección de Venezuela se juega la doble fecha más importante de su historia. Visitará a Argentina (4/9) y recibirá a Colombia (9/9). La posibilidad de clasificar al Mundial de forma directa está en lo matemático, pero no es muy realista. El objetivo sería el repechaje. La Vinotinto ocupa la séptima plaza con 18 unidades y una diferencia de goles de -4. Su más cercano perseguidor es Bolivia con 17 puntos y una DG de -16. Los del altiplano visitan a los cafeteros y se miden contra Brasil en El Alto. En pocas palabras si la Verde no suma más de un punto, no importa lo que haga Venezuela, estará en el repechaje de México del próximo mes de marzo.

 

La Vinotinto está clasificada y fuera a la vez. Al mejor estilo de la paradoja del gato Schrödinger. Esta teoría cuántica la explica bien Eugenio Fernández Aguilar en “Muy Interesante Digital” de la siguiente forma: “El experimento imaginario del gato de Schrödinger consiste en introducir a un gato en una caja con una ampolla de gas tóxico en su interior que se podía romper en cualquier momento. Con la caja cerrada, nadie puede saber si la ampolla se ha roto o no. Transcurrida una hora desde la introducción del gato, habremos de considerar que el animal estaría, al mismo tiempo, vivo y muerto”.

 

Abrir la caja en clave Vinotinto sería en marzo. Ir al Mundial es lo que cambiará la historia futbolística de este país, no quedarse encunetados en el repechaje. Lo decía Lino Alonso y lo recordó Tomás Rincón en su entrevista a Conexión Goleadora. El capitán también aclaró algo y es que el cómo importa poco. Lo que importa es que el gato esté vivo cuando se abra la caja. No importa la estética o si las estadísticas reflejan si un equipo lo mereció más que otro. Asistir a una Copa del Mundo es una obsesión. Un peso que cargamos es como el castigo de Zeus a Atlas, al tener que sostener el firmamento. Nos tiene retenidos en esa sola realidad.

 

Como dice Hernán Rodríguez, primero hay que ser “Pedrito antes que Pedro”. Luego se puede debatir a qué puede aspirar Venezuela en un Mundial. Si en verdad ir a la cita ecuménica será un Deus ex machina que solventará todos nuestros problemas en el nicho del fútbol. Lo importante es ir y quitarse ese grillete que reza: “Única selección de CONMEBOL sin clasificar”. Ciertamente los periodistas seremos beneficiados de esa clasificación, pero habrá analizar el juego para ir más allá de esa epidermis emocional.

 

Luego de brillar en la J3 y J4: empate ante Brasil y goleada ante Chile, el juego se pasmó. La Copa América fue una ilusión que se alimentó de resultados y no de rendimiento. La tensión y la ansiedad hacen que la esférica pese como un balón medicinal. Se juega a la que se puede, aunque da la inevitable sensación de materia prima desaprovechada. Como quien maneja un caucho espichado en una vía peligrosa. No es una opción frenarse, lo importante es llegar a un sitio seguro y luego se avalúan los daños.

 

En caso de una hecatombe en septiembre. Las señales estaban a la vista. Al igual que la parábola de la rana hervida, han ido pasando las jornadas y el formato ha hecho olvida que ha subido la temperatura. Pero las cartas están repartidas de una forma que permite creer que se llegará a marzo con vida. Que por ranking FIFA se ahorrará las semifinales y se jugará todo en 90 minutos. Una alegría que el país necesita. Al perenne lamento por la subida del dólar, más de uno pinta de malva sus ojeras viendo noticias en TikTok de unos barcos en el Caribe.

 

No es caer en mensajes depresivos como el monologo de Duckman con: “¡¿Creen que estoy loco?! Pues la única enfermedad que tengo es la vida moderna, un eterno sufrimiento de in eficiencia miseria que es un desfile de decepción,  desaire, engaño, exclusiones, frivolidad, traición boberías, adulaje y cazadores”. Pero ciertamente en el podcast “Esto es venezueling, desde Venezuela”, de Nicole Kolster y Adriana Núñez Rabascall, tocaron el tema de la salud mental criolla con Abel Saraiba. Hay frustración, rabia y depresión. La gente está reactiva en la jungla de cemento.

 

¿Clasificar al Mundial arreglará eso? Ni de casualidad. Pero será un respiro en este naufragio colectivo. Un momento para celebrar, ante de volver al modo sobrevivencia. El primer peldaño será en septiembre, pero el verdadero salto es en marzo. Al igual que el gato Schrödinger, la Vinotinto está viva y muerta al mismo tiempo. Para mitigar la ansiedad podemos refugiarnos en aquella frase que soltó hace más de una década Salomón Rondón, que Grada Digital ha revivido: “Si tengo que matar a alguien para ir al Mundial, lo haré. No me da pena decirlo”. Es que el fútbol es la cosa más importante de las cosas menos importantes de la vida. En el caso criollo, ir a la Copa del Mundo es rebelión contra la adversidad como de sembrar esperanza en este gentilicio

 





Source link

0 Votes: 0 Upvotes, 0 Downvotes (0 Points)

Sintoniza la radio que combina las noticias deportivas con música ideal para ti



Escucha la radio que toca el deporte

Orienta y guía nuestra labor

Guarda tu lengua del mal y tus labios de hablar engaño. Apártate del mal y haz el bien. Busca la paz y síguela.

Salmo 34

Mantente informado con las últimas y más importantes noticias

Acepto recibir el boletín informativo por correo electrónico. Para más información, consulta nuestra. Política de privacidad

Publicidad

Cargando Siguiente publicación...
Seguir
Buscar
Popular hoy
Carga

Signing-in 3 seconds...

Signing-up 3 seconds...