Kennedy, el ministro de Salud de Trump, ahora promueve una empresa de alimentos ultraprocesados para “ayudar a EE.UU. ser más saludable”

El secretario de Salud de Donald Trump, Robert F. Kennedy Jr., elogió el lunes a una empresa que elabora comidas a 7 dólares cada una y se entregan directamente a los hogares de los beneficiarios de Medicaid y Medicare, los programas se seguro de Estados Unidos.

Medicare asiste a principalmente para personas de 65 años o más, sin importar su nivel de ingresos y a algunas personas con discapacidad. Medicaid está destinado a personas de bajos recursos.

During his visit to Oklahoma @seckennedy toured @momsmeals, one of the country’s largest medically tailored meal facilities—capable of preparing up to 1 million meals a day for individuals living with chronic disease.

These meals are designed with health in mind: free from… pic.twitter.com/Vqqxq62aha

— HHS.gov (@HHSGov) July 7, 2025

Kennedy incluso agradeció a Mom’s Meals por enviar comidas financiadas por los contribuyentes “sin aditivos” a los hogares de estadounidenses enfermos o mayores. Los untables incluyen pasta con pollo, panceta y aderezo ranch para la cena y tostada francesa con fruta o hamburguesas.

“Esta es realmente una de las soluciones para que nuestro país vuelva a ser saludable”, dijo Kennedy en un video, publicado en su cuenta oficial del secretario de Salud, después de visitar las instalaciones de la empresa en Oklahoma la semana pasada.

Sin embargo, una revisión de Associated Press del menú de Mom’s Meals, incluyendo los ingredientes y las etiquetas nutricionales, muestra que los productos de la empresa son el tipo de alimentos ultraprocesados ​​listos para consumir que Kennedy critica habitualmente por enfermar a la gente.

Las comidas contienen aditivos químicos que harían imposible prepararlas en casa, dijo Marion Nestle, nutricionista de la Universidad de Nueva York y experta en políticas alimentarias, quien revisó el menú para AP. Muchos platos del menú tienen un alto contenido de sodio, y algunos tienen un alto contenido de azúcar o grasas saturadas, añadió.

“Es perfectamente posible preparar comidas como esta con alimentos reales y sin aditivos ultraprocesados, pero todas las comidas que revisé están repletas de estos aditivos”, dijo Nestle. “Lo triste es que no tienen por qué ser así. Otras empresas pueden producir productos mucho mejores, pero, por supuesto, cuestan más”.

Mommy’s Meals no contiene los colorantes artificiales derivados del petróleo que Kennedy ha presionado a las empresas para que eliminen de sus productos, señaló.

Los productos de Mom’s Meals “no incluyen ingredientes que se encuentran comúnmente en los alimentos ultraprocesados”, como colorantes alimentarios sintéticos, jarabe de maíz de alta fructosa, ciertos edulcorantes o conservantes sintéticos que están prohibidos en Europa, explicó Teresa Roof, portavoz de la empresa, en un correo electrónico. No abordó el uso de aditivos en los alimentos que los convierten en ultraprocesados.

Las comidas son una “alternativa saludable” a lo que muchas personas encontrarían en el supermercado, afirmó Andrew Nixon, portavoz del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU., en respuesta a preguntas sobre Mom’s Meals.

Mom’s Meals es una de varias empresas en EE.UU. que entregan comidas a domicilio “personalizadas con ingredientes médicos”. Los programas de comidas están cubiertos por Medicaid para algunos afiliados, incluyendo personas con cáncer o diabetes, así como algunos estadounidenses mayores afiliados a ciertos planes de seguro médico de Medicare.

Los pacientes recién dados de alta del hospital también pueden recibir las comidas a domicilio, según el sitio web de la empresa.

Se desconoce cuánto gastan anualmente los contribuyentes federales en proporcionar comidas a través de Medicaid y Medicare.

Una investigación realizada por STAT News el año pasado reveló que algunos estados gastaban millones de dólares en proporcionar comidas personalizadas con ingredientes médicos a los afiliados de Medicaid, que se promocionaban como saludables y “aprobadas por dietistas”. Pero muchas empresas sirvieron comidas cargadas de sal, grasa o azúcar, todos ellos elementos básicos de la dieta de un estadounidense poco saludable, concluyó el informe.