
El lanzador japonés Tatsuya Imai podría convertirse en una de las joyas más codiciadas del mercado internacional de esta temporada baja, y no precisamente por razones convencionales.
En una reciente entrevista traducida por Yakyu Cosmopolitan en X, el derecho dejó entrever que su decisión de probar suerte en las Grandes Ligas no responde solo a un sueño de infancia, sino a una clara frustración con el béisbol actual en Japón
“No siempre soñé con ir a la MLB. Pero en los últimos dos o tres años sentí que no había muchos bateadores que intentaran conectar un jonrón contra mí. Muchas alineaciones solo hacían foul y subían mi conteo de lanzamientos. Entiendo que es parte de la estrategia, pero si yo fuera fanático, no creo que ese tipo de béisbol sea muy divertido de ver” admitió Imai
El lanzador, que ha sido uno de los brazos más consistentes de la NPB, se refirió a lo que denominó una “era de bola muerta” en el béisbol japonés, en la que la ofensiva ha perdido protagonismo. Imai, amante de los duelos de poder contra poder, dejó claro que prefiere enfrentamientos más agresivos, donde la fuerza y la precisión se pongan verdaderamente a prueba.
“Personalmente, me encantan los emparejamientos de poder contra poder”, afirmó, dejando claro que busca un entorno donde su talento pueda medirse ante los mejores del mundo.
Con su publicación al mercado internacional en el horizonte, Tatsuya Imai se perfila como uno de los principales objetivos para varios equipos de las Grandes Ligas que buscan reforzar sus rotaciones con talento japonés. Su combinación de control, durabilidad y mentalidad competitiva lo coloca como una opción atractiva tanto para franquicias en reconstrucción como para contendientes en busca de profundidad.
El jugador de 27 años ha pasado sus nueve años de carrera profesional con Seibu. La temporada pasada registró una efectividad de 1.92, un WHIP de 0.89 y 178 ponches en 163 2/3 entradas. Su recta alcanza las 95 millas por hora, además de un slider y un splitter.
Sin embargo, sus declaraciones podrían volverse en su contra una vez llegue a Estados Unidos. Si concede un cuadrangular importante —especialmente en un escenario de presión—, los fanáticos y la prensa no tardarían en recordarle sus propias palabras sobre el aburrimiento en Japón.






