destaparon una fuerte interna familiar entre Jair Bolsonaro y su hijo Eduardo

Mundo1 months ago47 Vistas

Cuando en 2019 llegaron a la cima del poder en Brasil, Jair Bolsonaro parecía secundado por su propio triángulo de hierro: el hijo mayor, Flavio, en el Senado; Carlos en la Cámara Municipal de Río de Janeiro -el pago chico familiar-; y Eduardo, el menor, en Diputados. Ahora, con el expresidente en domiciliaria y con tobillera, una investigación policial ventiló mensajes explosivos y destapó fuertes internas entre los Bolsonaro.

El 10 de julio, Eduardo le escribió a su padre: El tipo más poderoso del mundo está de tu lado. Nosotros hicimos nuestra parte. Si el mayor beneficiado no es capaz de hacer un tuit vaselina, entonces sí que estamos jodidos”.

El “tipo más poderoso” es Trump, que un día antes había amenazado con imponer tarifas de 50% a todos los productos brasileños. El presidente de Estados Unidos afirmaba que el juicio contra Jair Bolsonaro por intento de golpe de Estado era una “caza de brujas” y que debía terminar “inmediatamente”. El tuit que le reclamaba Eduardo a Jair sería un gesto de apoyo a la presión que estaba ejerciendo Trump.

Pero más allá de los tuits de Trump, Eduardo Bolsonaro estaba preocupado de que el apoyo de Washington se agotara rápido.

“En en el escenario actual, ni siquiera hay que preocuparse por la cárcel, no te arrestarán. Pero me temo que las cosas cambiarán. Incluso dentro de la Casa Blanca, hay gente que le dice a 01: ‘Bueno, Brasil se terminó. Pasemos al siguiente’, le escribió a su padre, también ese 10 de julio, según Folha de S.Paulo. Le advertía que en Estados Unidos no tomarían bien si no veían un solo tuit de su parte.

Una semana después, la relación entre ambos voló por los aires cuando Jair dijo que Eduardo era un inmaduro.

“Andate a la mierda [VTNC], ingrato del carajo”, le respondió Eduardo a su padre. Hubo más: “¡Estoy jodido acá! ¡Y vos aún te ayudás a joderte allá! Si tu hijo inmaduro de 40 años no puede encontrarse con los hombres aquí, porque vos me menospreciás, el que se va a joder sos vos”.

‘Dudu’ Bolsonaro, como se conoce al hijo menor, se había mudado a Estados Unidos en marzo para hacer lobby por su padre. Pero mientras la mayoría de los líderes mundiales viajaban a Washington para lograr un acuerdo que los excluyera de los aranceles que Trump había anunciado el 2 de abril, Eduardo Bolsonaro era el único que estaba haciendo precisamente lo contrario: presionar para que los subieran.

Un mes antes, Bolsonaro padre le había pedido bajar el tono contra los jueces del Tribunal Supremo. “Olvidate de cualquier crítica a Gilmar [Mendes, juez]. Hablé con algunos miembros del STF. Todos, o casi todos, están preocupados por las sanciones. Llámame”, le escribió por entonces, en otro indicio de estrategias opuestas. No hubo precisiones sobre de qué sanciones hablaba: la suba arancelaria o la prohibición de ingreso a Estados Unidos que la administración Trump terminó aplicando semanas más tarde.

La filtración de los mensajes causó molestias en las últimas horas entre los Bolsonaro. Quien salió a apuntar contra la Policía fue Eduardo. “Lamentable y vergonzoso”, dijo sobre la aparición de esas conversaciones en los principales medios de Brasil.

Los intercambios entre padre e hijo no fueron los únicos que vieron la luz y que expusieron las internas familiares.

“Ese hijo tuyo, Eduardo, es un imbécil”, le dijo Silas Malafaia -un pastor evangélico muy cercano a la familia y al movimiento de derecha del país-, a Bolsonaro en el momento álgido de las tensiones arancelarias en julio, según los documentos policiales. “Le ha dado a Lula y a la izquierda un discurso nacionalista. Y al mismo tiempo te está jodiendo”.

De hecho, la guerra arancelaria le dio un impulso al presidente Lula da Silva, que le permitió adoptar una postura nacionalista y presentarse como defensor de Brasil.

Según la última encuesta de Genial/Quaest la gente que desaprueba la gestión de Lula cayó del 53% al 51% entre julio y agosto, mientras los que aprueban su gobierno crecieron del 43% al 46%.

Desde el 4 de agosto, el expresidente se encuentra bajo arresto domiciliario y vuelve a correr el riesgo de ser detenido preventivamente por el juez del Supremo Tribunal Federal (STF), Alexandre Moraes, quien esta semana exigió una explicación a Bolsonaro después de que la Policía Federal dijera que había evaluado pedirle asilo a Javier Milei.

El equipo legal de Bolsonaro le dijo al tribunal el viernes por la noche que un borrador de carta sin firmar en la que se solicitaba asilo, encontrado en su celular, no probaba que tuviera intención de huir y que no existe riesgo de fuga. También negaron que hubiera violado órdenes judiciales anteriores y pidieron a Moraes que reconsiderara su arresto domiciliario.

Bolsonaro niega haber cometido ningún delito en el juicio por golpe de Estado y acusó al STF de perseguirlo políticamente. En eso coincidió con su hijo: Eduardo -que no piensa volver a Brasil- dijo hace algunos días que el crimen del que acusan a él y a su padre es “absolutamente delirante”.

0 Votes: 0 Upvotes, 0 Downvotes (0 Points)

Publicación anterior

Publicación siguiente

Sintoniza la radio que combina las noticias deportivas con música ideal para ti



Escucha la radio que toca el deporte

Orienta y guía nuestra labor

Guarda tu lengua del mal y tus labios de hablar engaño. Apártate del mal y haz el bien. Busca la paz y síguela.

Salmo 34

Mantente informado con las últimas y más importantes noticias

Acepto recibir el boletín informativo por correo electrónico. Para más información, consulta nuestra. Política de privacidad

Publicidad

Cargando Siguiente publicación...
Seguir
Buscar
Popular hoy
Carga

Signing-in 3 seconds...

Signing-up 3 seconds...