
Un sexagenario, identificado como Pedro José Arteaga, de 68 años de edad, fue asesinado, el pasado domingo 23 de noviembre, en el sector Victoria de Bolívar, en Aroa estado Yaracuy
Por este crimen, las autoridades en esa entidad, lograron la captura del responsable, quien tiene 18 años de edad.
El mismo tras ser detenido, aprovechó para confesar su responsabilidad en el asesinato del pequeño Yeiber Faneite (3), a quien le quitó la vida con una cabilla y luego lo asfixio.
Hay que recordar que el infante fue reportado como desaparecido desde el pasado mes de marzo.
Según la información suministrada por Yaracuy al Dia, tras la confesión del homicida, comisiones de la Policía Nacional Bolivariana, GNB, Policía regional, CICPC y expertos del SENAMECF rodearon la comunidad Victoria de Bolívar, estos dos últimos organismos realizaron experticias necesarias, tanto por el homicidio de Arteaga como por el hallazgo de la osamenta del niño, los cuales se encontraban enterrados en la casa donde el agresor reside junto a su madre, padrastro y hermanos.
Se conoció que este joven, inicialmente fue interrogado al ser señalado por residentes de la comunidad como principal sospechoso, ya que el niño se la pasaba en la casa de él, pero, como no hubo pruebas en su contra, ni confesó nada, no lo detuvieron.
El homicida se mostró siempre como inocente y participaba en las labores de búsqueda para ubicar al niño. “Yeiber frecuentaba la casa del joven. Ese niño siempre estaba sin ropa, en la calle y se la pasaba con ese muchacho que vive a pocas casas de la mamá del infante”, contaron varios vecinos de la comunidad.
Todavía no hay versión oficial sobre el móvil del homicidio del niño, por lo que se espera mas información por parte de las autoridades.
Un hombre, quien resultó detenido por el homicidio de un sexagenario, confesó su responsabilidad en otro violento crimen. Sería el asesino de un niño desaparecido.
De acuerdo con los reportes, el ciudadano Pedro José Arteaga, de 68 años de edad, fue violentamente asesinado por un joven de 18 años, en el sector Victoria de Bolívar, en Aroa, estado Yaracuy.
Tras la captura del homicida, este admitió su culpa por la muerte de Yeiber Faneite, niño que tenía ocho meses desaparecido, quien había sido buscado activamente por más de un mes.
De acuerdo con la publicación de Yaracuy al día, el detenido habría asesinado a Arteaga durante la madrugada de este domingo. Tras golpear al sexagenario en la cabeza con un bloque, le propinó varias puñaladas.
Por otra parte, sobre el crimen del niño, el asesino confesó que lo asfixió al presionar su cuello con una cabilla, hasta dejarlo sin vida. Después de cometer el crimen, enterró el cuerpo del menor de edad.
Además, dijo a las autoridades que el niño estaba enterrado en el mismo patio donde asesinó a Arteaga, un espacio ubicado en la casa donde el agresor residía junto a sus familiares.
Tras la confesión del homicida, comisiones de la Policía Nacional Bolivariana, GNB, Policía regional, Cicpc y expertos del Senamecf se desplegaron en el sitio del suceso.
Los organismos de investigación iniciaron las averiguaciones sobre el homicidio de Arteaga y el hallazgo de los restos del niño en el sitio indicado por el victimario.
Las autoridades aún buscan conocer el móvil que derivó en los violentos asesinatos.
Trascendió que, tras la desaparición del niño, el joven de 18 años había sido interrogado, luego de que los vecinos de la localidad lo señalaran como el principal sospechoso. Al parecer, el menor solía pasar el tiempo en la casa del acusado.
No obstante, en ese primer instante no se recolectaron pruebas en su contra y el sujeto no confesó su responsabilidad, por tal razón no quedó detenido.
El medio local detalló que, antes de su desaparición, el menor se quedó en su casa, jugaba con sus hermanitos, mientras su madre salió a buscar leña. Cuando la mujer regresó, no lo encontró.
También se supo que la madre del menor se encuentra en libertad, debido a que estaba en estado de gestación; había sido detenida por el delito de trato cruel, debido a que tenía descuidados a sus hijos, los cuales quedaron en manos del Estado.
El padre de estos menores está bajo custodia en la Comandancia General de Policía de San Felipe, acusado por el delito explotación sexual, debido a que prostituía a sus hijas mayores para obtener dinero.
Fuente: Diario La Calle






