Gaza, Ucrania, aranceles y tecnología: Donald Trump y Keir Starmer hablaron de todo en una larga reunión en Gran Bretaña

Mundo3 weeks ago45 Vistas

El presidente Donald Trump abandonó la fantasía royal suntuosa y espectacular con la que fue recibido por el rey Carlos en el palacio de Windsor, donde se lo hizo sentir el centro del mundo, para discutir en Chequers los verdaderos problemas que hoy lo acechan, lo dividen y han puesto al mundo al borde de la III Guerra Mundial.

La diplomacia “soft” dio paso a un capítulo más intrincado y volátil. La conferencia de prensa tan temida por el gobierno británico frente a un impredecible presidente de Estados Unidos terminó en la casa de campo del primer ministro Sir Keir Starmer. Pero Trump no derrapó ni agredió a nadie esta vez.

“Puede que el océano aún nos separe, pero en muchos sentidos ahora somos los hermanos más cercanos”, dijo el rey Carlos, en su discurso más familiar durante el banquete real.

Elogió el “compromiso personal del presidente para encontrar soluciones a algunos de los conflictos más insolubles del mundo, con el fin de asegurar la paz”. Sus palabras marcaron el comportamiento presidencial.

La llegada de Donald Trump a Chequers, la casa de campo del primer ministro británico, fue menos pomposa. Pero con las mismas medidas de seguridad que lo recibieron en el palacio de Windsor.

Donald Trump y la primera dama estadounidense, Melania, fueron recibidos por el premier británico Keir Starmer y su esposa Victoria, en la casa de campo de Chequers, este jueves. Foto: EFE

Una conferencia de prensa peligrosa

Después de un encuentro con los hombres de negocios, la más peligrosa conferencia de prensa entre Trump y el primer ministro Sir Keir Starmer se puso en marcha.

Fue después de una larga conversación política que involucró las inversiones estadounidenses, los aranceles que sufrirá Gran Bretaña. Pero al tope de la agenda estuvieron la ofensiva de Israel en Gaza, el reconocimiento del Estado Palestino, el crecimiento del populista partido Reform y Nigel Farege, íntimo amigo de Trump, libertad de expresión. También hablaron de la guerra en Ucrania y sus seguridades y Rusia y las negociaciones para poner fin a la guerra.

La primera pregunta fue de la BBC, que preguntó sobre su opinión sobre la decisión de Gran Bretaña de reconocer al estado Palestino.

Trump, que está furioso con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, no respondió. Lo hizo Starmer, que admitió que había tenido una conversación de una hora, a solas, con el presidente.

Melania Trump y Victoria Starmer llegan para la conferencia de prensa de sus maridos, Donald Trump y Keir Starmer. Foto: EFE

Starmer dijo que están “totalmente de acuerdo en la necesidad de paz y una hoja de ruta, porque la situación en Gaza es intolerable”.

El jefe de gobierno británico también afirmó que los rehenes israelíes han estado retenidos “durante muchísimo tiempo” y “deben ser liberados”, mientras que es necesario que llegue más ayuda a Gaza.

Los dos líderes, según el primer ministro, están trabajando en un “plan de paz”, y el reconocimiento de Palestina debe considerarse en ese contexto.

Trump añadió: “Quiero que liberen a los rehenes ya. Ahora mismo. No uno, dos. Les daremos tres más mañana”.

Continuó diciendo que su administración logró la liberación de muchos rehenes, quienes le dijeron que estaban “conmocionados” al enterarse del trato que Hamas les dio durante su cautiverio.

“Tenemos que recordar el 7 de octubre, uno de los peores y más violentos días de la historia del mundo”, continúó Trump, el referencia al mortífero ataque de Hamas en Israel ese día de 2023.

“Creo que todo va a ir bien, pero ha sido un período brutal”, dijo el jefe de la Casa Blanca. “Tengo un desacuerdo con el primer ministro en ese aspecto. Uno de nuestros pocos desacuerdos, de hecho”.

Los rehenes de Hamas

“Yo quiero a todos los rehenes liberados ahora, queremos que los rehenes regresen inmediatamente”, respondió Trump. “Palestina es uno de los desacuerdos que tenemos con Starmer”.

Un periodista norteamericano preguntó sobre si reconocer a Palestina no beneficiaba a Hamas.

“Seamos muy claros sobre Hamas: es una organización terrorista que no puede participar en ningún gobierno futuro en Palestina”, afirmó Starmer. Trump lo palmeó en la espalda, felicitándolo.

“Lo que ocurrió el 7 de octubre fue el peor atentado desde el Holocausto. Tenemos una familia extensa en Israel y comprendo de primera mano el impacto psicológico que tuvo en todo Israel. Sé exactamente cuál es mi postura respecto a Hamás”, dijo Starmer.

Donald Trump afirmó haber “visto las grabaciones” del 7 de octubre. “Bebés de cuatro meses recién descuartizados”, afirmó.

“Usted ha visto las grabaciones y yo también. Usted es un profesional, y yo también”, le dijo al periodista de ITN. “La gente olvida el 7 de octubre: yo no puedo olvidarlo”, remarcó Trump.

“Decepcionado” con Vladimir Putin

En cuanto a la diplomacia global, Trump afirmó una vez más que ha resuelto “siete guerras” desde que regresó a la Casa Blanca. Aunque señala que la que creía más fácil de resolver debido a su relación con Vladimir Putin ha resultado ser la más difícil.

“Me ha decepcionado”, dice Trump sobre el presidente ruso. “Realmente me ha decepcionado… ya veremos cómo resulta”.

The Sun hizo una pregunta sobre la inmigración y como la controlaría. Trump dijo que fue la migración una de las razones por la se candidateó como presidente.

Había “millones de personas entrando sin ningún control“, afirmó Donald Trump, criticando la gestión de su predecesor, Joe Biden, en materia de inmigración.

“Venían de las cárceles”, dijo, en respuesta a una pregunta sobre qué consejo le daría a Sir Keir Starmer sobre la inmigración ilegal, y de “pandilleros”, que venían de “todas partes”. “Y no podía creerlo”, añadió.

La III Guerra Mundial

Donald Trump respondió sobre su afirmación sobre Putin. “Bueno, me ha decepcionado”, reafirmó Trump. “Está matando a mucha gente y está perdiendo más gente de la que mata. Francamente, los soldados rusos están muriendo a un ritmo mayor que los ucranianos”, afirmó.

El presidente de Estados Unidos reiteró su afirmación de que la guerra nunca habría comenzado si él fuera presidente.

“Son millones de personas las que han muerto en esa guerra, millones de almas, y no son soldados estadounidenses”, declaró. “Los soldados están muriendo a niveles nunca vistos desde la Segunda Guerra Mundial. Por esa razón, siento que tengo la obligación de resolverlo”.

Trump reiteró algo que le dijo a Volodimir Zelenski en el Despacho Oval: que el conflicto podría haber derivado en una tercera guerra mundial.

“Esa es una guerra que podría haber sido una tercera guerra mundial, y no creo que vayamos a estar en esa situación ahora”, dijo. “Eso se encaminaba hacia una tercera guerra mundial, y qué lástima” insistió.

Starmer retomó el tema al final de la respuesta de Trump y dijo: “Tenemos que presionar más a Putin. Solo cuando el presidente Trump lo ha presionado, ha mostrado realmente alguna disposición a actuar”.

Refiriéndose a los recientes ataques contra edificios gubernamentales y el British Council en Kiev, el primer ministro dijo sobre Putin: “No son acciones de alguien que busca la paz. Estamos preparados para liderar esto”, añadió Starmer, refiriéndose a los aliados europeos y a la OTAN.

Al enumerar sus logros en la erradicación de guerras en todo el mundo, Donald Trump mencionó el prolongado conflicto entre Armenia y Azerbaiyán. Trump reunió a ambos líderes en la Casa Blanca, donde firmaron un compromiso para alcanzar la paz, tras décadas de conflicto intermitente por el territorio disputado de Nagorno-Karabaj.

Pero al afirmar que “resolvió” el conflicto, se refirió a Armenia como “Albania” y a Azerbaiyán como “Aberbaiyán”. Es la tercera vez que se confunde con uno de estos países en las últimas semanas.

Preguntas difíciles

Sky News preguntó sobre si había sido un error invitar a Putin a Alaska cuando Rusia sigue atacando Ucrania y qué opinaba del despido del embajador Lord Mandelson de su cargo en Washington. ”No” respondió.

Trump rápidamente cambió la respuesta a Starmer. “La verdad es que no lo conozco. Había oído eso, y creo que quizá sería mejor que el primer ministro hablara de ello. Fue una decisión suya”, dijo, antes de volverse hacia Starmer.

¿Cuál fue su respuesta? “La semana pasada salió a la luz información que no estaba disponible cuando fue nombrado”, afirmó Starmer. “Y tomé una decisión”.

Los Trump y los Starmer, en la residencia de Chequers, Inglaterra. Foto: EFE

Una decisión deliberada de Trump, que no solo conoce a Mandelson sino que lo admira y hay fotos en la Oficina Oval que lo prueban. Pero no quiso provocar un conflicto con Starmer.

Una de las frases perdidas de la conferencia de prensa fue el anuncio de Trump de querer recuperar la base de Bagram en Afganistán, abandonada en su retirada. Eso significará que está en conversaciones con el Talibán, que hoy es un paria en el mundo. Pero anunció que está a una hora de donde China “fabrica sus armas nucleares”.

En Windsor no había micrófonos periodísticos que permitieran gaffes del presidente estadounidense. Pero en la conferencia de prensa podía aparecer el verdadero Trump y crear un “embroglio” diplomático entre dos aliados, que hoy tienen diferencias políticas y una pasión de Trump por el rey y los royals. Pero el resultado fue un idilio diplomático sin antecedentes. El momento más peligroso de la visita para Trump pasó sin terreno minado.

“Relación especial para una nueva era”

Tras elogiar una vez más el acuerdo de prosperidad tecnológica firmado previamente por los líderes, Sir Keir Starmer fue el primero en hablar en su conferencia de prensa conjunta con Donald Trump.

“Hemos renovado la relación especial para una nueva era”, afirmó.Pero la seguridad sigue siendo la piedra angular de esta relación especial. Tenemos la relación de defensa más profunda y avanzada del mundo”, afirmó.

“Nuestros guerreros se entrenaron juntos y luchan juntos. Nuestras industrias construyen juntas todo tipo de productos, desde aviones de combate rápidos hasta los nuevos submarinos de la clase AUKUS”, dijo Starmer.

“Así que, ahora que aumentamos el gasto en defensa, vamos a eliminar las barreras para trabajar juntos en nuevas tecnologías de defensa y así poder adelantarnos a nuestros adversarios”, agregó.

Los miedos de Downing St

El temor de Downing St era que Trump no resistiera hacer un comentario malicioso. El “Síndrome Zelenski” en la Casa Blanca estaba en el inconsciente de todos. Cuando las cámaras de televisión se encienden, Trump se vuelve impredecible, como en un show.

Nunca había habido hasta ahora una mayor grieta en la diplomacia británica y norteamericana. Trump le ha dado a Benjamin Netanyahu las manos libres para avanzar con su ofensiva en Gaza, a merced de miles de civiles inocentes.

Gran Bretaña es el mejor aliado de Ucrania en la guerra rusa. Trump no presiona suficientemente a Vladimir Putin para negociar la paz ni se decide en enviar garantías de seguridad con tropas en el terreno para la posguerra en Ucrania. Gran Bretaña ha respondido acercándose a Europa y a la OTAN, reconociendo el estado palestino y limitando su venta de armas a Israel.

Pero dos fantasmas sobrevolaban este desafío: el despido del embajador británico, Lord Peter Mandelson en Washington por su vínculo con Epstein y las relaciones del presidente norteamericano con el pedófilo que apareció suicidado en una cárcel, acusado de tráfico sexual.Trump las eludió mágicamente. Los elefantes en el salón desaparecieron.

El miedo de los británicos era que diría Trump cuando le preguntaran, cuando Starmer se encuentra en una situación realmente frágil que lo puede puede tumbar del gobierno, cuando presente los mails de Epstein con Mandelson y el príncipe Andrés. Los eludió.

La recepción

Los Starmer lo recibieron al presidente Donald Trump en la puerta de su casa georgiana de Chequers para iniciar las difíciles relaciones. El primer ministro le mostró una colección de documentos del premier Winston Churchill, cuyo busto ha vuelto a la oficina Oval de la Casa Blanca.

Melania no estuvo desde el inicio en Chequers. Se quedó visitando la biblioteca real con la reina Camilla y la Casa de las Muñecas de la reina Mary. Una de las estructuras más grandes de este tipo, diseñada por el famoso arquitecto Sir Edwin Lutyens, nunca fue concebida para que los niños jugaran con ella. Fue encargada en 1921 como regalo a la reina Mary, esposa de Jorge V, cuando tenía 54 años. La maqueta hiperrealista de la casa muestra cómo pudieron haber vivido el rey y la reina en la década de 1920.

Pero a la Casa Blanca le interesaba la foto con la princesa Kate, que la llevó a la primera dama a visitar los boy scouts.

La princesa Diana era adorada por los norteamericanos y no la quieren a Camilla. Pero aceptan masivamente a Kate, a quien llamó “muy hermosa “y “con muy buena salud”, en su discurso en el suntuoso banquete real en el salón de St George de Windsor.

Melania se unió a su marido en Chequers en helicóptero y partirán desde Chequers a Washington, después de este inigualable tour diplomático.

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