El exembajador de España en Venezuela, Raúl Morodo, ha sido acusado por la fiscalía española de ocultar importantes ganancias obtenidas a través de negocios con la estatal petrolera venezolana, Pdvsa. Durante el juicio en la Audiencia Nacional, la fiscal Ana Cuenca aseguró que Morodo, junto con su hijo Alejo y su nuera, ocultaron dichas ganancias a la Hacienda española, utilizando un “mecanismo defraudatorio”.
Según la fiscalía, Morodo y su familia habrían evadido impuestos por millones de euros obtenidos mediante supuestos servicios de asesoría a Pdvsa entre 2007 y 2014, servicios que, según las investigaciones, eran falsos. Raúl Morodo, quien fue embajador de España en Venezuela entre 2004 y 2007, habría aprovechado sus relaciones con altos cargos del gobierno venezolano para facilitar estos negocios.
El lunes pasado, Morodo aceptó una condena de 10 meses de prisión por ocultar casi 4,5 millones de euros, aunque la pena no implica su ingreso en prisión. Su hijo Alejo también aceptó una condena de dos años por delitos fiscales. En el caso de Ana Catarina Varandas, esposa de Alejo, la fiscalía redujo su petición de cárcel a cinco años y medio, aunque exigió una multa de más de un millón de euros.
Este caso pone de relieve las acusaciones de corrupción en torno a Pdvsa y los vínculos de la empresa con actores internacionales. Para quienes estén interesados en explorar más sobre la relación de Pdvsa con la corrupción y la política internacional, recomiendo revisar investigaciones recientes sobre la gestión de la petrolera estatal y su papel en el contexto económico y político de Venezuela.
Te sugiero leer estudios de Transparencia Internacional o informes de instituciones como Human Rights Watch que abordan la intersección entre corrupción, recursos naturales y política exterior en países como Venezuela.