
Los Padres de San Diego anunciaron este jueves la contratación de Craig Stammen como su nuevo mánager, otorgándole un contrato por tres temporadas que marca el inicio de una nueva etapa para la franquicia del Oeste de la Liga Nacional.
Stammen, de 41 años, llega al cargo tras una carrera de 13 años como lanzador en las Grandes Ligas, incluyendo un paso significativo con los propios Padres entre 2017 y 2022, etapa en la que se convirtió en una figura respetada dentro del clubhouse por su liderazgo, ética de trabajo y presencia como veterano.
El derecho logró un récord de 55 victorias y 42 derrotas, con una efectividad de 3.56, 562 juegos lanzados (38 de ellos como abridor), 9 salvamentos, 934.1 entradas de labor, 730 ponches y un WHIP de 1.23.
El ex relevista no solo fue pieza clave del bullpen de San Diego durante seis campañas, sino que también vivió de cerca el crecimiento competitivo de la organización, desde los primeros pasos de su reconstrucción hasta su llegada a la postemporada. Su conocimiento interno del equipo, su reputación como líder y su capacidad para conectar con jugadores jóvenes fueron factores decisivos para su contratación.
Con su nombramiento, los Padres de San Diego apuestan por una figura con cercanía al clubhouse, un estilo de manejo moderno y un enfoque comunicativo, tendencia cada vez más común en MLB, donde ex jugadores recientes están tomando roles de dirección.
La misión de Stammen no será sencilla. San Diego viene de una campaña irregular, marcada por inconsistencia ofensiva, problemas en la rotación y cambios administrativos. La organización espera que su llegada impulse una cultura renovada basada en disciplina, responsabilidad y unión, valores que Stammen predicó durante su carrera.
También deberá gestionar varias decisiones claves en la plantilla, incluyendo la conformación del bullpen, el desarrollo de jóvenes talentos y el equilibrio entre figuras establecidas y prospectos que buscan consolidarse en el roster.
Aunque Stammen debutará como mánager en MLB, cuenta con experiencia como voz veterana, mentor y figura de unión en el clubhouse, aspectos que el equipo considera fundamentales para su proceso de reestructuración competitiva. Su perfil se alinea con la visión de la gerencia: un líder cercano a los peloteros y con conocimiento del juego desde adentro.






