Los Lakers disputaron uno de los partidos inaugurales de la nueva NBA. Con Luka Doncic como la gran estrella de la franquicia, y todavía más con la ausencia de LeBron James, la franquicia angelina debutó contra los Golden State Warriors de Stephen Curry. A pesar de una actuación descomunal del esloveno, no pudieron seguir el ritmo de su rival y perdieron en el primer partido de temporada.
El base lideró en todo momento al equipo, siendo el jugador que más minutos (41 en total) estuvo en pista. Aunque tuvo un día apático desde el exterior (con un 2/10 en triples), fue el encargado de finalizar gran parte de los ataques de los Lakers. Prácticamente fueron a remolque durante todo el encuentro, con unos Warriors que parecieron un equipo más bien trabajado y hecho.
El esloveno dejó unas estadísticas brutales en el partido: 43 puntos, 12 rebotes y 9 asistencias. Aun así, estuvo muy solo, y en muchas ocasiones tenía que jugarse el tiro ante la falta de efectividad de sus compañeros. Por el otro lado, los Warriors anotaban con mucha facilidad en los ataques, ya que la defensa angelina dejó mucho que desear durante todos los cuartos.
Luka Doncic y Jimmy Butler / Ethan Swope
El único jugador que siguió el ritmo de Doncic en cuanto a anotación fue Austin Reeves. Uno de los pocos jugadores en la plantilla que es capaz de generarse tiros y cargar con el equipo cuando las estrellas no brillan tanto. Con 26 puntos, 5 rebotes y 9 asistencias, permitió que los Warriors no se fueran en exceso del marcador y la diferencia de puntos oscilara entre los diez.
Entre Doncic y Reeves, anotaron un total de 67 puntos, prácticamente dos tercios de la anotación angelina. Y es que el tercer compañero que aportó más fue Ayton, con solo diez puntos. Una diferencia demasiado grande que los Warriors no dudaron en aprovechar. Varios nombres sobresalieron en Golden State, aunque el gran MVP del duelo fue Jimmy Butler.
Con 31 puntos, fue el máximo anotador de su equipo, seguido de Stephen Curry (23), Buddy Hield (17) y Jonathan Kuminga (17). Un ejemplo de la contribución de muchos jugadores para que se logre la victoria colectiva. Cuando vuelva LeBron, Doncic podrá tener un compañero que aporte en la zona más interior de la pista, donde escasean los puntos de manera preocupante.
En el ámbito estadístico, los Lakers son un equipo que suele perder este tipo de batallas. Capturan menos rebotes que su rival, fuerzan menos pérdidas de balón, permiten más triples, más puntos en contraataque y también en pintura. Todas estas carencias hacen que la presencia de Luka Doncic sea insuficiente, por mucho que tenga la frescura y el nivel para afrontar situaciones difíciles.
La única área donde son capaces de dominar a su contrincante son los tiros libres, y contra los Warriors tampoco tuvieron el día (17/28), mientras que su rival sí estuvo inspirado desde esa zona (26/29). El problema principal de los Lakers es defensivo. Un aspecto que, si se pule, puede dar muchas victorias. Doncic ya pondrá todo lo demás en el ataque.