
Casi 29 años han tenido que pasar desde que los Bulls arrancaran una temporada con un pleno de victorias en sus cinco primeros encuentros. Desde la temporada 1996/1997, con un tal Michael Jordan liderando la franquicia en uno de los mejores equipos de la historia de la liga. Esto se puede traducir de la siguiente manera para aquellos fanáticos de las estadísticas: la última vez que los Bulls empezaron con un parcial de 5-0, se proclamaron campeones de la NBA.Esta noche, ante los Knicks, en partido de la primera jornada de la NBA Cup, los Bulls han superado a los de Nueva York por 135 a 125, en un encuentro que ha confirmado el gran inicio de temporada del conjunto de Chicago.
No solo son cinco victorias en sus primeros cinco partidos. Los Bulls son el único equipo invicto en el Este. En tres de esos cinco encuentros, el equipo de Billy Donovan ha superado los 120 puntos. De hecho, el conjunto promedia un total de 122.8 puntos por partido, una cifra que los sitúa como el sexto equipo que más anota en este arranque de liga. La estadística en la que más destaca la franquicia de Chicago, sin embargo, es en la faceta del pase: los Bulls son el equipo que más asistencias promedia por partido, con un total de 30.6. Además, en el apartado defensivo destacan los 36.6 rebotes defensivos que el equipo captura de media por encuentro, unas cifras que los sitúan como líderes en solitario de la Conferencia Este y que, además, hacen que compartan el invicto con Thunder y Spurs.
En junio de 2024, el primer gran traspaso del mercado involucró a Chicago Bulls y Oklahoma City Thunder. Los de Chicago traspasaron a Alex Caruso a cambio de Josh Giddey, en uno de los peores momentos del jugador australiano. A Giddey, número 6 del Draft de 2021, se le acusaba de haber mantenido una relación con una menor de edad, tras la filtración de imágenes y vídeos en los que se veía al jugador junto a una adolescente. La investigación se cerró al no encontrarse pruebas suficientes que confirmaran la relación entre ambos. Tras el escándalo, Giddey fue traspasado a los Bulls, donde parece haber encontrado su lugar. En OKC, bajo la sombra de Shai Gilgeous-Alexander y la irrupción de Jalen Williams y Chet Holmgren, el australiano parecía quedarse atrás pese a mantener la titularidad. Sin embargo, tras consumarse el traspaso, Giddey ha vuelto a brillar.
Josh Giddey y Billy Donovan en un partido de los Bulls / Erin Hooley / AP
En su cuarta temporada, Josh Giddey está sacando a relucir su mejor baloncesto. Cabe recordar que en OKC, Giddey ya había destacado con grandes actuaciones. El australiano es el jugador más joven de la historia en lograr un triple-doble en la NBA, hazaña que consiguió con 19 años y 84 días. En Chicago, consagrándose como la nueva estrella del equipo, Josh Giddey vuelve a mostrar sus colmillos. El jugador es el máximo anotador del equipo, con una media de 22.0 puntos por partido, 8.8 rebotes y 8.0 asistencias. Además, el base es el jugador que más minutos disputa en la rotación de Billy Donovan, con un promedio de 32.6 minutos por encuentro.
Más allá de Josh Giddey, el equipo y el juego colectivo destacan por encima de todo. Hasta seis jugadores, contando al australiano, superan los diez puntos de media en este arranque de la NBA. Entre ellos, destaca Nikola Vučević. El veterano jugador montenegrino se ha convertido en el mejor complemento para Giddey. Con 19.8 puntos de media en su decimocuarta temporada en la liga, Vučević ha encontrado en el base australiano a un gran socio para seguir siendo el amo de la pintura en Chicago.
También sobresale el gran inicio de temporada de Ayo Dosunmu. Elegido en el pick 38 de la segunda ronda del Draft de 2021, Dosunmu está firmando un comienzo de curso espectacular. En la victoria de esta madrugada ante los Knicks, el jugador de Chicago sumó 22 puntos y 9 asistencias. De hecho, el base promedia 16.2 puntos por partido, y su actuación ante los neoyorquinos ha sido la mejor en lo que va de temporada.
Los Bulls vuelven a ilusionar a una ciudad que lleva tiempo sin ver a su equipo competir con los mejores. El gran arranque de temporada de Chicago ha devuelto la esperanza a una afición que ha tenido que esperar 29 años para ver a su equipo ganar los cinco primeros partidos de una temporada.






