
La dependencia de Venezuela de las stablecoins vinculadas al dólar estadounidense podría profundizarse en medio de una nueva amenaza de guerra, más sanciones y la hiperinflación del bolívar.
A principios de esta semana, el Departamento de Defensa de EEUU desplegó su portaaviones más avanzado en el Caribe, cerca de las costas de Venezuela, mientras el presidente Donald Trump señalaba planes para llevar a cabo ataques militares contra carteles criminales que operan en todo el país sudamericano.
Trump ha acusado a los carteles venezolanos de contrabandear sustancias ilícitas a EEUU, alimentando una epidemia de opioides y narcóticos. El presidente venezolano Nicolás Maduro ha desestimado tales afirmaciones, suplicando a Trump que se abstenga de iniciar una guerra.
JUST IN: 🇻🇪🇺🇸 Venezuelan President Nicolas Maduro says he does not want war with the United States.
“No crazy war…please, please, please.” pic.twitter.com/d3XwzEiGsY
— BRICS News (@BRICSinfo) October 24, 2025
“El presidente venezolano Nicolás Maduro afirma que no quiere una guerra con Estados Unidos.’No, a la guerra loca… por favor, por favor, por favor’”.
Podría significar aún más inestabilidad financiera para los venezolanos de a pie, quienes confían en las stablecoins como Tether (USDT) para evitar que sus ahorros ganados con esfuerzo se evaporen en medio de la inflación de tres dígitos del bolívar.
Las stablecoins, o lo que muchos venezolanos llaman “dólares de Binance”, también se han vuelto ampliamente utilizadas en los pagos diarios a medida que las reservas de dólares estadounidenses en todo el país han disminuido.
El gobierno venezolano también ha recurrido a las stablecoins para facilitar el comercio de petróleo con sus aliados, incluida Rusia, con la que formalizó una asociación estratégica el lunes.
The New York Times informó el pasado domingo que Maduro ha logrado “reconectar la economía de Venezuela a las stablecoins” y, según se dice, la ha convertido en la primera nación en gestionar una gran parte de sus finanzas públicas con criptomonedas.
Las stablecoins, según informó The New York Times, “ahora representan hasta la mitad de la moneda fuerte que ingresa legalmente en la economía venezolana”.
La inflación de tres dígitos y las sanciones han contribuido a que Venezuela ocupe el cuarto lugar entre los países con mayor adopción de criptomonedas en América Latina por valor recibido de 44.600 millones de dólares de julio de 2024 a junio de 2025, informó la plataforma de análisis de criptomonedas Chainalysis a principios de este mes.
Solo fue superado por Brasil, Argentina y México, los cuales tienen poblaciones más grandes que Venezuela.
Una de las adoptantes de criptomonedas más notables en Venezuela es, María Corina Machado, una excandidata presidencial venezolana que utiliza Bitcoin (BTC) para proteger sus activos de ser incautados.
Machado fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz a principios de este mes por su lucha para restaurar la democracia en Venezuela y su resistencia pacífica contra el régimen autoritario de Maduro.
For the first time in history, the Nobel Peace Prize was awarded to a Bitcoiner.
Congratulations to Maria Corina Machado, and also to @HRF who continues to explain to the world what is so obvious to so many-
Bitcoin IS human rights pic.twitter.com/92cHOieeEb
— Jeff Park (@dgt10011) October 10, 2025
“Por primera vez en la historia, el Premio Nobel de la Paz ha sido otorgado a una bitcoiner.
Enhorabuena a María Corina Machado y también a la Fundación de Derechos Humanos, que sigue explicando al mundo lo que para muchos es tan obvio:
Bitcoin ES derechos humanos”.
Casi 8 millones de venezolanos han huido del país debido a la hiperinflación, la escasez de alimentos, medicinas, y el desorden público desde que Maduro asumió el poder en 2013.
Muchos perdieron acceso a sus cuentas bancarias, obligando a los ciudadanos a recurrir a las criptomonedas y stablecoins como USDT para preservar el valor y transferir cualquier riqueza que tuvieran fuera del país.
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