
El mánager Dave Roberts volvió a poner sobre la mesa un tema que, según él, suele pasar desapercibido cuando se habla del éxito constante de los Dodgers de Los Ángeles. Aunque el equipo es reconocido por su capacidad para competir cada temporada en las Grandes Ligas, para Roberts existe un aspecto estructural que no recibe la atención que merece: el sistema de ligas menores. De acuerdo con el dirigente, la organización ha logrado sostener una base de talento joven que alimenta el roster principal y, al mismo tiempo, se convierte en una herramienta estratégica dentro del mercado de intercambios.
Roberts señaló que, año tras año, los Dodgers tienen uno de los cinco mejores sistemas de desarrollo en el beisbol, un factor que no siempre se refleja en el análisis público. Según explicó, este cimiento permite crear oportunidades tanto para pulir jugadores que subirán al equipo grande como para negociar piezas cuando se detecta una necesidad puntual dentro de la rotación, el bullpen o la alineación.
El sistema de ligas menores de los Dodgers ha sido reconocido por producir peloteros capaces de impactar de inmediato en el nivel más alto. Nombres recientes que han surgido de la estructura de desarrollo han contribuido a mantener competitividad sin depender exclusivamente de contratos de alto costo en el mercado de agentes libres. Esta estabilidad también ha permitido combinar veteranos consolidados con talentos emergentes, lo que fortalece la profundidad del club a lo largo de la temporada.
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Además, la organización ha demostrado habilidad para identificar y corregir aspectos técnicos en lanzadores y jugadores de posición, convirtiéndose en un destino atractivo para jóvenes con potencial. Esa mezcla entre scouting, análisis y coaching ha sido una pieza clave de la filosofía deportiva de la franquicia.
El éxito sostenido de los Dodgers no solo se explica por la inversión financiera o por su presencia continua en la postemporada, sino también por una estructura que se ha mantenido firme desde las categorías más bajas. Para Roberts, el reconocimiento completo del proyecto competitivo debe incluir ese trabajo interno, silencioso pero determinante, que permite que el equipo siga siendo uno de los referentes más estables del beisbol moderno.





