El presidente Donald Trump acentuó su ofensiva contra Brasil y especialmente contra la Corte Suprema de Justicia de ese país con la prohibición este viernes del ingreso a Estados Unidos al presidente del máximo tribunal, “sus aliados” y sus familiares por una supuesta “caza de brujas” contra su amigo el ex presidente Jair Bolsonaro, que enfrenta un juicio por golpe de Estado.
En un comunicado difundido este viernes, el secretario de Estado Marco Rubio señaló que “el presidente Trump dejó en claro que su administración hará rendir cuentas a los ciudadanos extranjeros que sean responsables de la censura de la expresión protegida en los Estados Unidos”.
Y añadió: “La caza de brujas política del juez del Supremo Tribunal Federal de Brasil, Alexandre de Moraes, contra Jair Bolsonaro creó un complejo de persecución y censura tan amplio que no solo viola los derechos básicos de los brasileños, sino que también se extiende más allá de las costas de Brasil para atacar a los estadounidenses”.
Y luego anunció su decisión: “He ordenado la revocación de visas para Moraes y sus aliados en la Corte, así como para sus familiares inmediatos, con efecto inmediato”.
El comunicado explica que el canciller Rubio toma esta decisión gracias a su facultad de declarar “inadmisible” a cualquier extranjero cuya entrada a los Estados Unidos “tendría consecuencias adversas potencialmente graves para la política exterior”.
La tensión entre Estados Unidos y Brasil escaló con fuerza la semana pasada con reclamos políticos y una radical suba de aranceles por parte de Trump a la potencia sudamericana: a partir del 1 de agosto Estados Unidos le aplicará un 50% de aranceles a todos los productos brasileños que ingresen al país, una decisión que abrió una guerra entre los dos gigantes del continente.
En una carta a Lula ese día, Trump había argumentado que la suba de aranceles se debía a lo que él entiende como una persecución contra Bolsonaro. “Conocí y traté con el expresidente Jair Bolsonaro, y lo respetaba mucho, al igual que la mayoría de los otros líderes de países”, dijo entonces Trump. “La forma en que Brasil ha tratado al expresidente Bolsonaro, un líder muy respetado en todo el mundo durante su mandato, incluso por parte de Estados Unidos, es una vergüenza internacional. Este juicio no debería llevarse a cabo. ¡Es una caza de brujas que debería terminar INMEDIATAMENTE!”, escribió Trump en su carta.
Lula ha logrado aire político en su lucha contra Trump. En una entrevista con CNN el jueves, el presidente Lula dijo que los aranceles no tienen “lógica”, pero que no cree que haya una “crisis” en las relaciones entre Estados Unidos y su país hasta el momento.
“Para mí fue una sorpresa, no solo el valor de ese arancel, sino también cómo se anunció, la forma en que se anunció”, dijo Lula. “No podemos permitir que el presidente Trump olvide que fue elegido para gobernar Estados Unidos, no para ser el emperador del mundo”.
El derechista Bolsonaro, quien gobernó entre 2019 y 2022, cuando coincidió durante dos años con el primer mandato de Trump, está acusado de haber planificado, junto a jefes militares y antiguos ministros, diversos planes para impedir la investidura de Lula tras la victoria del líder del Partido de los Trabajadores en las elecciones de octubre de 2022.
Esa trama, según la Fiscalía, desembocó en el violento ataue del 8 de enero de 2023 cuando miles de bolsonaristas destrozaron las sedes de la Presidencia, el Parlamento y la Corte Suprema en Brasilia, y exigieron que las Fuerzas Armadas derrocaran al nuevo gobierno de centroizquierda.
El juicio cursa en la Corte Suprema, que el mes pasado concluyó la fase de instrucción del proceso, que se prevé que quedará listo para sentencia entre septiembre y octubre próximos.