Un voraz Carlos Alcaraz conquista en Tokio su octavo título de la temporada

El guión del torneo asiático se cumplió y Alcaraz se encontró en el partido decisivo por el título con el hueso más duro. Taylor Fritz, de 27 años, número 5 del mundo y ganador de este mismo torneo en 2022, le exigió mucho, al menos de inicio. Al contrario que su rival, comenzó poco fino desde la línea de fondo el de El Palmar, teniendo que recurrir demasiado al segundo saque y propiciando una primera bola de ‘break’ en el segundo juego. Pero logró salvarla con su poderosa derecha y una dejada imposible. El primero de los muchos puntos que levantaron del asiento al público nipón, entregado a la causa.

Con ambos jugadores afinando con el paso de los minutos, en el quinto juego pudo llegar la rotura del español con un 0-40, pero desaprovechó sus tres oportunidades. Enfadado, Alcaraz se desahogó primero discutiendo con el juez de silla un ‘warning’ por demorar un saque, y sellando después por la vía rápida el siguiente juego con su servicio.

El quiebre pudo llegar en el séptimo juego, pero una vez más Alcaraz decidió mal y dejó con vida al estadounidense, que no perdonó para seguir manteniendo su saque. Así, hubo que esperar al sexto punto de ‘break’ para que el número uno del mundo lo rompiese, con una buena dosis de suspense y algo de ayuda de un Fritz menos certero. Una vez en ventaja, Alcaraz no dejó pasar la ocasión y cerró el primer set sin demasiados problemas (6-4).

La resistencia de Fritz se desmorona

Taylor Fritz quedó tocado, en su ánimo y en su físico, así que la segunda manga comenzó después de que requiriese la intervención del fisio para tratarse el muslo izquierdo. De poco le sirvió, porque Alcaraz, oliendo la sangre, salió dispuesto a subir el ritmo para zanjar el set y el partido cuanto antes. Primero volvió a romper el servicio del estadounidense y después selló la rotura firmando un 2-0 en un suspiro.

Fritz consiguió amarrar su saque para poner el 2-1 en el marcador, pero el partido ya había tomado velocidad, cuesta abajo hacia un triunfo español. La resistencia del estadounidense terminó de desmoronarse con una nueva rotura de Alcaraz en el quinto juego. Sin embargo, cuando la victoria del número uno mundial parecía hecha el californiano consiguió un ‘break’ que apretó el resultado. Por fortuna para el español su ventaja era tan amplia que pudo asirse a la final, cerrada en una hora y 32 minutos, y al título (6-4).

Con este nuevo trofeo, además de aumentar su récord personal de victorias en una misma temporada (67) cuando aún quedan por delante torneos como Shanghai, París o las ATP Finals, Alcaraz acumula su octavo título del curso después de los de Rotterdam, Montecarlo, Roma, Roland Garros, Queen’s, Cincinnati y el US Open. Sólo las finales de Barcelona y Wimbledon se le han escapado a un tenista que sigue sumando números rumbo a la leyenda.

«Estoy orgulloso»

«Ocho títulos, diez finales… esto muestra lo duro que he trabajado durante el año para llegar hasta aquí», explicó el campeón tras el partido. «Es un año que no empezó bien física ni emocionalmente, así que estoy orgulloso por mí y por toda la gente a mi alrededor que me está ayudando».

«Ha sido un placer jugar aquí en Tokio, he disfrutado cada segundo excepto los cinco minutos que estuve en el suelo con dolor en el tobillo. El comienzo de la semana no fue fácil con ese problema… pero al final ha salido bien esta primera vez aquí que espero que no sea la última», agregó.