Este sábado 16 de agosto, en el Kingdom Arena de Riad, Arabia Saudita, el británico Nick Ball (22-0-1, 13 KO) defenderá por tercera vez su título mundial pluma de la Asociación Mundial de Boxeo (WBA) frente al invicto australiano Sam Goodman (20-0, 8 KO). El combate será parte de la cartelera principal de la Riyahd Season, y se perfila como uno de los duelos más expectantes del 2025.
Ball, de 28 años y oriundo de Liverpool, se ha consolidado como uno de los campeones más agresivos y consistentes de la división. Su estilo frontal, presión constante y volumen de golpeo lo han convertido en una amenaza para cualquier rival.
Tras conquistar el título mundial ante Raymond Ford por decisión dividida, lo defendió con autoridad ante Ronny Ríos y TJ Doheny, ambos por nocaut técnico en el décimo asalto. Ball también cuenta con experiencia en Arabia Saudita, donde ha peleado en dos ocasiones previas.
Goodman, nacido en Sídney, llega como retador oficial tras escalar posiciones en el ranking con victorias sobre TJ Doheny, Ra’eese Aleem y Miguel Flores. A sus 26 años, esta será su primera pelea por un cinturón mundial. Su última presentación fue el 14 de mayo en el Hordern Pavilion, donde venció por decisión unánime a César Vaca en diez asaltos, mostrando movilidad, control de distancia y disciplina táctica.
El duelo presenta un contraste marcado entre el estilo agresivo y físico de Ball y la propuesta más de utilizar el ring de Goodman. El británico buscará cortar el ring y forzar intercambios, mientras que el australiano intentará mantener la pelea en la media distancia, utilizando su jab y desplazamientos laterales para evitar el desgaste. Goodman deberá evitar las esquinas y los cruces prolongados, donde Ball es mas peligroso e impone su ritmo y potencia.
Aunque Ball parte como favorito, Goodman representa un reto difícil por su capacidad de adaptación y su historial invicto. Para Ball, es la oportunidad de consolidar su reinado; para Goodman, el momento de transformar una carrera ascendente en una consagración mundial.