Los Minnesota Timberwolves aseguraron su lugar en las finales de la Conferencia Oeste por segundo año consecutivo al vencer a los Golden State Warriors 121-110 este miércoles guiados por Anthony Edwards.
Con una serie dominada por el talento joven y una defensa colectiva imponente, los Wolves se impusieron en cinco juegos consecutivos tras haber perdido el primero.
Anthony Edwards, la estrella emergente de Minnesota, fue clave una vez más. Terminó el partido con 22 puntos, 12 asistencias y 7 rebotes, consolidándose como el líder indiscutible de un equipo que ya no es promesa, sino realidad. A pesar del éxito, Edwards se mostró ambicioso: “No siento satisfacción todavía”, declaró a ESPN, demostrando su enfoque en el objetivo final.
Por su parte, Julius Randle también tuvo un papel fundamental con 29 puntos y ocho rebotes, mientras que el equipo totalizó 36 asistencias, mostrando una química ofensiva imparable.
Minnesota enfrentará en la siguiente ronda al ganador de la serie entre los Oklahoma City Thunder y los Denver Nuggets, comenzando la serie como visitante.
La eliminación de los Golden State Warriors puede explicarse por varios factores, pero el más determinante fue la ausencia de Stephen Curry, quien se perdió casi toda la serie tras una lesión en el tendón de la corva sufrida en el Juego 1. Aunque el base fue autorizado para volver a entrenar con ejercicios ligeros, no llegó a tiempo para marcar diferencia.
Sin su figura central, el equipo de Steve Kerr —que nunca había perdido una serie de playoffs en cinco juegos o menos desde 2014— careció de la chispa ofensiva necesaria. Brandin Podziemski brilló con 28 puntos y Jonathan Kuminga aportó 26 desde la banca, pero no fue suficiente para contrarrestar la energía y profundidad del equipo de Minnesota.
A pesar de cerrar la temporada regular con un sólido 48-34 y con la mejor defensa de la NBA tras el All-Star, además de la incorporación de Jimmy Butler, los Warriors solo pudieron superar a los Grizzlies en el play-in y eliminar a los Rockets en una serie de siete juegos. La fatiga acumulada y la ausencia de Curry pesaron demasiado frente a unos Timberwolves más completos y descansados.
Con solo una aparición en finales de conferencia en sus primeros 34 años de existencia (en 2004), los Timberwolves ahora suman dos seguidas bajo la dirección de Chris Finch, quien desafió a su equipo desde el inicio de temporada: “¿Eran un equipo de finales de conferencia o solo un equipo que llegó por casualidad?”.
Anthony Edwards parece estar decidido a dar una respuesta clara.