Sin la presión de la clasificación a las semifinales de la Copa de Maestros, el Carlos Alcaraz más liberado, más decidido, el número 1. Cota que alcanza tras un triunfo ante Lorenzo Musetti medido, controlado y dirigido desde su propio criterio, con la … derecha y con el revés. Como ha sido el tenis en este curso que termina en lo más alto de la clasificación: ocho títulos (Róterdam, Montecarlo, Roma, Roland Garros, Queen’s, Cincinnati, US Open y Tokio), dos Grand Slams, remontadas para la historia, derrotas de crecimiento y victorias de erudición. Si en 2022 terminó el año como en número 1 más joven de la historia; en este 2025 lo acaba como el más maduro, el más equilibrado, el más tenaz. Dos Alcaraz, un mismo líder. Y los que quedan.
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Las estadísticas jugaban a su favor, seis triunfos en su mano por solo una derrota, allá por 2022, pero hay premios muy golosos en juego que no quiere perderse el murciano: además del número 1, evitar a Jannik Sinner en la semifinal del torneo. Puestos a pelear un título, que sea con el italiano en la final del domingo. Centrado, convencido, intenso, confiado, sabe que tiene que mascar la presión que le van a poner encima los 13.000 espectadores del Inalpi Arena y tratar de digerirla con calma. No se despega de la línea de fondo para volcarse al ataque. Intimidar con su servicio para no parecer intimidado. Mandar para no ser mandado. Distribuye latigazos con una derecha que hoy sí parece firme, reparte dinamita con su revés cruzado.
Rápido de piernas, presiona al italiano enseguida; cuando antes, mejor. Hay un primer ‘deuce’ que trata de deshacer la grada con un ‘Lorenzo, Lorenzo’ que retumba en este techo cerrado. Es un primer aviso del español. El segundo, es que gana su primer turno de saque en blanco, apoyado con su revés cruzado, presionado el revés del rival, y con su derecha como una batuta con la que dirige sus intenciones.
Hay demasiadas ganas de premio, y se desbordan durante unos minutos. Un error con la derecha, demasiado ímpetu. Musetti aprieta la mano y suelta su revés para un 30-30 que la grada celebra como un triunfo. Cierra la grieta el español, que hasta este momento llevaba un 100 % de puntos con su primer servicio, pero sigue algo tenso en estos instantes que permiten que el italiano se suelte, turno de saque en blanco para él para el 4-4.
Cierra puño Alcaraz con el 5-4, que va por delante pero nota que no se puede despegar de Musetti. Que hay que buscar otras opciones, ser paciente, confiar en lo que sabe hacer, que el tenis es más sencillo de lo que uno ve, como decía a este periódico. Deja que el italiano se lo crea, y aprieta en el límite del set. Hay otro ‘deuce’ y un restazo ganador para una bola de set. El italiano se empeña en dar espectáculo a los suyos y los dos firman el punto del partido. Es para el tenista local, pero ahí sigue el español, al acecho hasta construirse una segunda oportunidad. Ahí, el Alcaraz más firme: hacia delante con el resto, globo para echar al italiano al fondo y un paso más hacia delante, y un poco más y un poco más hasta que tuerce las ideas del rival, que yerra con su derecha. Set. Alcaraz.
«Sigue ahí», le espetan desde su palco. Entiende el murciano las coordenadas. Su saque va bien y ajusta los restos. Aumenta el ritmo y nota que el italiano empieza a ir un poco más al límite. Lo notan los dos, que hay errores por parte del 9 del mundo que antes no había y hay un volcarse del español hacia la red (acertando las quince opciones que se lanza hacia allí), hacia el espíritu del rival, para labrarse tres bolas de ‘break’. No quería pensar Alcaraz en el número 1 para que no le jugara malas pasadas, pero con el cuarto error del italiano no puede evitar sentirlo. Rotura, 3-1, saque, sensaciones estupendas por su lado, cariacontecido el tenista al otro lado. A volar hacia la semifinal con pleno de triunfos, evitar a Sinner en el primer cruce y hacia el trono de la ATP.
Si es el número 1 de 2025 es por títulos, números, triunfos (70) y por encontrar casi siempre la solución a los problemas. Musetti se libera tras el ‘break’ y lanza cortados, paralelos, cambios de dirección, dos bolas de recuperar su saque. Pero se rearma Alcaraz, ejerce su superioridad mental y su crecimiento para hallar vías de escape donde no las ve nadie. Un revés cortito, una derecha, un error del rival y apaga el fuego y enciende la emoción de rozar ya la victoria.
Porque Musetti se deshace ante el estirón de fuerza del murciano. Más cerca de la pista, más cerca de la red, más cerca de lo que se ha ganado durante estos once meses. Ayuda el italiano, que encadena tres errores de bulto para un 5-1 y saque.
Incluso los números 1 se ponen nerviosos, y sonríe el murciano porque después de 17 ganadores de derecha, suelta una en su primera bola de partido que casi llega al Po. En la segunda, es Musetti el que se regala otro minuto de gloria con un passing para el recuerdo. Pero a la tercera, Alcaraz saca toda su rabia con un saque tremendo, se libera, suelta el grito y ahora sí puede pensar que es el número 1 de 2025. Lo ha demostrado estos once meses, y también en este triunfo. Definitivo, concentrado, superior, orgulloso.
«Al principio del año lo del número 1 lo veía muy lejos porque Sinner estaba ganando todos los torneos que jugaba. Pero desde mitad de la temporada, he podido ver el objetivo porque estaba más cerca. He tenido la oportunidad de jugar un gran nivel en muchos torneos seguidos desde la primavera. Veía el número 1 más cerca. En los últimos torneos he podido disputar el número 1 con Sinner y conseguirlo significa mucho para mí. Todo lo que hemos pasado, con altibajos que he sufrido para estar aquí, estoy muy orgulloso de mi equipo y de mí», comentó tras el encuentro.






