El presidente de Francia Emmanuel Macron y su esposa Brigitte se despidieron de los reyes británicos con abrazos y besos en el palacio de Windsor y fueron recibidos como grandes amigos por el primer ministro Sir Keir Starmer y su esposa Victoria en Londres. La visita de Estado política en Gran Bretaña incluyó este jueves un almuerzo en Downing St, donde vive el jefe de gobierno del reino.
En su segundo día de visita de Estado, el primer ministro y Lady Victoria sonrieron radiantes al abrazar al presidente francés y a su esposa, antes de una reunión entre ambos líderes por la tarde.
Los temas previstos eran Ucrania, la migración y cómo conseguir frenar la llegada de migrantes desde Francia a Gran Bretaña por el canal de la Mancha. La cumbre continuará mañana sobre los migrantes.
El primer ministro espera que el presidente francés se comprometa durante su visita de Estado al Reino Unido a adoptar una estrategia más firme para reducir el récord de cruces.
Emmanuel Macron y Keir Starmer, este miércoles durante la visita de Estado del mandatario francés a Gran Bretaña. Foto: REUTERS
Macron aprovechó un discurso ante ambas Cámaras del Parlamento el martes por la noche para criticar los “factores de atracción” de los migrantes hacia Gran Bretaña, que mayoritariamente son hijos de sus ex colonias o de las guerras en las que Gran Bretaña ha participado.
Francia lleva mucho tiempo quejándose de la facilidad con la que las personas que llegan ilegalmente pueden trabajar y solicitar prestaciones sociales en este país.
Uno de los diputados del Macron calificó recientemente al Reino Unido de “El Dorado para los migrantes”. Los migrantes pagan su viaje trabajando de “delivery” y consiguen rápidamente trabajo, casa y contactos en el mercado negro.
“El Dorado” de los migrantes
El Brexit ha dejado al reino sin cocineros, peones de chacras, pescadores, camareros o trabajadores de hotelería. También plomeros y pintores. Todos son trabajos que los migrantes pueden ocupar ilegalmente porque mayoritariamente han terminado el colegio secundario y hablan varios idiomas. Hablan inglés o no les cuesta aprenderlo generalmente.
Muchos tienen el derecho de ser asilados porque vienen de Gaza, Eritrea o Sudán, donde hay guerras o tienen derecho a la reagrupación familiar. Tienen sus padres, tíos o hermanos en el reino. Pero no hay otro lugar para pedir asilo en Gran Bretaña que no sea a través de las peligrosas aguas del Canal de la Mancha y sus frágiles embarcaciones.
Emmanuel Macron, Keir Starmer y sus esposas en el British Museum, en Londres, este miércoles. Foto: REUTERS
Francia quiere que se establezca una vía segura para pedir asilo en Gran Bretaña y que nadie arriesgue la vida. Así se terminarán las mafias.
El pacto que Europa rechaza
El pacto implicaría el retorno al continente de migrantes en pequeñas embarcaciones, a cambio de que el Reino Unido acepte a solicitantes de asilo en Europa, con vínculos familiares británicos.
Emmanuel Macron exige que Sir Keir Starmer haga que Gran Bretaña sea menos atractiva para los migrantes del Canal de la Mancha para asegurar un acuerdo de “uno entra, uno sale”.
El presidente francés cree que el Reino Unido es responsable del número récord de pequeñas embarcaciones que cruzan el Canal de la Mancha.
Macron tenía previsto anunciar el nuevo acuerdo con el primer ministro en una cumbre anglo-francesa el jueves.
Un acuerdo con París permitiría a Gran Bretaña devolver legalmente a Francia a los migrantes ilegales del Canal de la Mancha por primera vez desde el Brexit. Pero Europa se opone.
Sin embargo, Sir Keir se esfuerza por rescatar el pacto después de que cinco Estados miembros de la UE, que soportan la mayor parte de las llegadas europeas, expresaran su preocupación de que un acuerdo los obligaría a acoger a más migrantes rechazados de Gran Bretaña, que inicialmente llegaron a ese país. Es la aplicación de la claúsula de Dublin.
La inmigración a través del Canal de la Mancha, un tema clave en la relación entre Francia y Gran Bretaña. Foto: AFP
Macron quiere que Sir Keir tome medidas enérgicas contra el mercado negro británico de prestaciones laborales y sociales, y que facilite la reunificación familiar para los solicitantes de asilo genuinos como condición para el acuerdo.
Francia estaría dispuesta a debatir durante la cumbre anglo-francesa del jueves maneras de impedir que más embarcaciones pequeñas salgan de sus costas.
Macron expresó públicamente sus preocupaciones, declarando ante un público que incluía a Sir Keir que el Gobierno británico tendría que abordar “ los factores de atracción” para reducir el número de migrantes.
Los cruces del Canal de la Mancha han alcanzado un récord este año, con 20.600 migrantes hasta la fecha, la cifra más alta desde las primeras llegadas en 2018.
Macron afirmó que un tercio de los migrantes que entran ilegalmente en el espacio Schengen de la UE tenían como destino final el Reino Unido.
“Francia y el Reino Unido tienen la responsabilidad compartida de abordar la migración irregular con humanidad, solidaridad y equidad”, dijo el presidente francés.
El mandatario añadió: “Solo alcanzaremos una solución duradera y eficaz actuando a nivel europeo, además de abordar los factores que impulsan la migración. Pero seamos claros: trabajaremos juntos, ya que este es un problema claro para nuestros países». También advirtió que las sociedades francesa y británica corren el riesgo de distanciarse y que el Brexit fue una decisión lamentable, aunque afirmó respetarla.
Las exigencias de Macron
Macron plantea tres exigencias a Starmer para que su acuerdo de “uno entra, uno sale” se concrete a tiempo para el jueves.
El presidente francés quiere dificultar el trabajo de los inmigrantes ilegales en Gran Bretaña. Si bien los solicitantes de asilo no pueden trabajar legalmente, la opinión francesa es que no existen suficientes controles para impedirlo.
La economía informal y los repartidores se consideran áreas fácilmente explotables. Gran Bretaña no cuenta con documentos de identidad al estilo europeo.
Macron también considera que los beneficios para los migrantes que obtienen asilo son otro factor de atracción para los migrantes en Gran Bretaña y otra causa fundamental que debe abordarse.
Su tercera exigencia se centra en el número de migrantes en pequeñas embarcaciones que intentan reunirse con sus familias, que ya se encuentran en el Reino Unido.
Macron quiere que Gran Bretaña acepte a un solicitante de asilo genuino de Francia que desee reunirse con un familiar en el reino por cada solicitante de asilo ilegal. Francia acoge a migrantes.
Se cree que los migrantes tendrán menos incentivos para realizar la peligrosa travesía, si cuentan con una ruta legal para entrar en Gran Bretaña.