John Carr, residente del barrio Pacific Palisades en Los Ángeles, decidió desafiar las órdenes de evacuación y quedarse a proteger su hogar mientras los incendios arrasaban la zona. Armado solo con un casco de construcción, un tapabocas y una manguera de jardín, Carr luchó incansablemente contra el fuego para salvar su casa, la cual ha sido su hogar desde su construcción en 1960 por sus padres.
A pesar de su esfuerzo, Carr lamentó la falta de apoyo de los bomberos en su área y expresó que, con más recursos, las casas vecinas podrían haber sido salvadas. Su valentía fue reconocida por sus vecinos, quienes lo consideran un héroe por su decisión de quedarse y proteger lo que más valor tiene para él: los recuerdos de toda una vida.