Venezuela expulsó a las delegaciones diplomáticas de siete países latinoamericanos que pusieron en duda los resultados de los comicios presidenciales anunciados por la autoridad electoral y que daban como ganador de la contienda al actual presidente, Nicolás Maduro. Además, ordenó el cierre de embajadas y el consecuente retiro de sus funcionarios en estos países. Las medidas afectan a migrantes en el extranjero, muchos de los cuales se han volcado sobre las sedes diplomáticas para tramitar el retiro de documentos, como pasaportes y apurar trámites como permisos de viaje para menores.
La escena se ha repetido por estos días en varias capitales de Latinoamérica: grupos de migrantes venezolanos se congregan en embajadas y sedes diplomáticas del país.
El gobierno de Nicolás Maduro decidió expulsar al personal diplomático de Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay y, a su vez, retiró a sus representantes en dichos países.
Miles de migrantes se agolparon en la Embajada de Venezuela en Lima para gestionar el retiro de pasaportes y documentos legales. La atención y prestación de servicios consulares en esta sede diplomática fueron suspendidos.
En Santiago, Chile, los venezolanos se formaron en filas de varias cuadras para retirar pasaportes, permisos de viaje y otros documentos, mientras que en Ecuador se denunció la anulación de pasaportes sin notificaciones o explicaciones.
semana de la anulación de estos documentos a periodistas y disidentes en el extranjero. También están afectadas la emisión de permisos de viaje de niños y adolescentes, la apostilla de documentos, entre otras diligencias.
Los temores sobre una nueva oleada migratoria también están en la mente de los líderes y gobiernos de la región. Encuestas publicadas antes de la elección apuntaban a que al menos un tercio de los venezolanos aguardaban la elección y su resultado para tomar decisiones sobre si salir del país o permanecer en él.
En medio de la crisis regional y sus ecos en la región, hay países que están diseñando estrategias para buscar una salida negociada a la crisis. Los presidentes de Brasil, Colombia y México intentan mediar en una negociación que hasta ahora se enfoca en lograr transparencia y auditabilidad de los resultados anunciados por el CNE venezolano.