Gloria Ugueto se fue hace seis años atrás de La Guaira rumbo a Perú, con muy poco en lo material pero con la firme intención de enrumbar su vida a un destino mejor, especialmente por su hija Äfrica y su familia en general.

No sabía a qué se enfrentaría pero asumió el reto con valentía como lo hacen todas las mujeres venezolanas cuando se asumir retos se trata.

Ella regresó al país pagando su pasaje y el de su hija que la acompaña varios meses allá en Perú.  Ahora nos cuenta parte de su versión de los hechos de esa travesía en Perú que le quedará como un hecho histórico y transcendental en su vida.

“Llegué a Perú en el 2018, fue un proceso bastante difícil en adaptación al país porque Perú tiene una cultura totalmente diferente a la nuestra, lo que conlleva a que tengas que cambiar radicalmente el pensamiento y como te manejas, el tato del peruano hacia el venezolano es bastante excluyente, tienen un problema histórico con los venezolanos, es un rollo histórico, desde Bolívar hasta nuestros días, parece que no han podido procesar ni gestionar la parte que representa la historia de la gesta libertadora, los peruanos en todos sus sectores sociales, en todos los extractos sociales consideran al venezolano como flojos, que son esto que son lo otro, que la mayoría son delincuentes.  Sabemos que la delincuencia existe en todas partes y es solo una pequeña parte de venezolanos que delinquen, de las mujeres consideran que todas son cualquier cosa”.

Nos cuenta Gloria que los peruanos tienen un problema grave de machismo no solo con las mujeres peruanas sino además sobre todo con las mujeres venezolanas.  Igualmente nos explica que el venezolano ha sobrevivido en Perú por desarrollar muchos emprendimientos, donde muchos se han regresado a nuestro país con esa experiencia, también nos cuenta que el proceso es bastante traumático para los extranjeros, hay mucho porcentaje de depresión e incluso han existido casos de suicidio, motivado por las exclusiones, el bullyng, las xenofobia, especialmente –nos dice – sufren muchos los niños venezolanos que para adaptarse a esa cultura les ha sido muy difícil, sobre todo las niñas por el machismo y el abuso que en ese país existe.

Gloria estuvo trabajando en Perú como jardinera, empaquetadora, cocinera y otros menesteres, trabajó con una fundación con un proyecto que se denomina “Abriendo caminos” para ayudar al extranjero en general a adaptarse y al peruano a aceptar al migrante de bien.

“Ellos no están acostumbrados a recibir visitas mientras que nosotros sí, es notable la diferencia”.

Finaliza la entrevista Gloria diciéndonos que el aprendizaje es inmenso, “me vine sin dinero pero con una cantidad de experiencias muy importantes que me hicieron crecer”.