
La carrera de Juan Soto sigue consolidándose como una de las más extraordinarias que ha visto la MLB en las últimas décadas. A su edad, ya acumula registros ofensivos que no solo destacan por su impacto inmediato, sino que también lo proyectan hacia un lugar reservado para los grandes inmortales del beisbol. Las cifras recientes revelan que solo dos jugadores en la historia de las Grandes Ligas han cumplido simultáneamente con un conjunto de umbrales ofensivos antes de cumplir los 26 años: más de 200 jonrones, más de 650 carreras impulsadas, más de 750 carreras anotadas, más de 75 bases robadas y un OBP superior a .400. Los nombres que aparecen en esa lista son Mickey Mantle… y Juan Soto.
Estos números, más allá de su espectacularidad estadística, confirman la magnitud del impacto del dominicano en el juego moderno. Juan Soto combina disciplina en el plato, poder natural, visión selectiva y una capacidad de producir carreras a un ritmo que pocos jugadores han mostrado tan temprano en sus carreras. Compararlo con Mantle, uno de los iconos más grandes de los Yankees de Nueva York, no es una exageración sino una lectura directa de los registros que ambos dejaron en edades similares.
Lo más impresionante es que el jardinero aún no ha alcanzado su techo. Su edad, su consistencia y su habilidad para ajustarse a los lanzadores lo convierten en un talento generacional. Mientras Mantle construyó su legado como uno de los bateadores más completos de su época, Juan Soto está configurando el suyo en una era mucho más especializada y competitiva, donde mantener un OBP por encima de .400 es un logro monumental por sí solo.
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Las estadísticas también aportan contexto sobre su valor para cualquier organización. Su combinación de producción, juventud y durabilidad lo posiciona como una figura esencial tanto dentro del terreno como en términos de proyección a largo plazo. De seguir con esta trayectoria, no solo estará en conversaciones históricas, sino que también se convertirá en un referente obligado cada vez que se hable de los bateadores más dominantes de la generación actual. Juan Soto, simplemente, está haciendo historia.






