
Emmanuel Macron ha anunciado, con una gravedad excepcional, «un nuevo modelo de ejércitos y defensa», con más medios financieros y la introducción del servicio militar voluntario para afrontar unos escenarios inquietantes, «la aceleración de las crisis y el endurecimiento de las amenazas que se … ciernen sobre nosotros«.
Dirigiéndoselas a la Vigésimo sexta brigada de infantería de marina, en Varces (Isère), en la región de Auvergne-Rhône-Alpes, a última hora de la mañana del jueves, el presidente de la República hizo un análisis global de la seguridad y defensa nacional subrayando la gravedad de las amenazas crecientes y la necesidad de respuestas nacionales.
Macron no citó nunca a Ucrania y la guerra neocolonial de la Rusia de Vladimir Putin, pero sus alusiones son directas e inquietantes: «Asistimos a la aceleración y endurecimiento de las amenazas contra otros».
Jefe de Estado de la primera potencia nuclear europea, Macron parece estimar que la «evolución» de las amenazas requiere un nuevo modelo militar del Estado.
Ese nuevo modelo contará con nuevos recursos financieros. La nueva Ley de programación militar, para el año que viene contará con un incremento de 2.000 millones de euros de los presupuestos de seguridad / defensa para el 2026 – 2030. Recursos que podrán continuar creciendo al «ritmo» de la eventual evolución de la amenaza.
El nuevo modelo nacional de seguridad y defensa se verá reforzado con la instauración del servicio militar voluntario, de hombres y mujeres de más de 18 / 19 años, a partir del verano del 2026, con tres objetivos:
1 – «Reforzar el pacto nacional entre la Nación y sus ejércitos». Principio de carácter moral y eminentemente práctico. Tras la supresión del servicio militar, en 1997, como consecuencia del «declive» de la antigua amenaza de la URSS, Macron estima que es necesario restaurar la relación íntima entre la sociedad y las nuevas amenazas, comenzando por la Rusia de Putin.
2 – «Reforzar la capacidad de resistencia de nuestra Nación». Los activos de los tres ejércitos, Tierra, Mar y Aire, suman un total de 264.000 soldados y 62.500 reservistas. Macron estima que es imprescindible incrementar de manera significativa esos activos, para afrontar nuevas amenazas bien próximas, en Europa.
3 – «Consolidar la formación de nuestros jóvenes». A juicio de Macron, se trata de un capítulo esencial para el futuro de la seguridad nacional: introducir a los jóvenes, a través del voluntariado, de entrada, a los grandes problemas donde está en juego la seguridad de la Nación.
A partir del verano del 2026, las autoridades militares comenzarán por elegir a 3.000 primeros voluntarios, hombres y mujeres, que comenzarán recibiendo un salario de 900 a 1.000 euros mensuales. Durante los cuatro años siguientes, serán elegidos otros 10.000 voluntarios. Hacia el 2035, 50.000 jóvenes voluntarios estarán integrados en el nuevo sistema de seguridad nacional.
Se trata de cifras «aproximativas», que podrá evolucionar en función de las amenazas potenciales.
Los nuevos voluntarios estarán consagrados, esencialmente, a tareas de seguridad y defensa en territorio nacional. Macron hizo una precisión importante: los nuevos soldados voluntarios no serán enviados fuera de las fronteras nacionales, no serán enviados a Ucrania. Se trata de un detalle ultrasensible.
Según los sondeos, el 86 % de los franceses apoyan el servicio militar voluntario. Pero solo un 53 % lo apoyarían si se tratase de un servicio obligatorio. El envío de soldados franceses a los frentes ucranianos es contemplado con mucha reserva por la sociedad civil.





