
Más de seis millones de ciudadanos están habilitados para votar en las elecciones presidenciales de Honduras, que se celebrarán el domingo 30 de noviembre y definirán al sucesor de Xiomara Castro.
Además de elegir presidente, los hondureños votarán por alcaldes, diputados del Congreso Nacional y representantes ante el Parlamento Centroamericano (Parlacen). De cara a la jornada electoral, las encuestas arrojan un panorama sobre los posibles resultados.
Aunque hay cinco candidatos en la contienda por la Presidencia de Honduras, las encuestas de opinión pública coinciden en que solo tres tienen posibilidades reales de ganar.
Se trata de Salvador Nasralla, del Partido Liberal (PL); Nasry Asfura, del Partido Nacional (PN); y Rixi Moncada, candidata de Libertad y Refundación (Libre) y representante del oficialismo. Sin embargo, no hay un favorito claro. Cada casa encuestadora ofrece una perspectiva distinta del escenario electoral.
Según CID Gallup, hay un empate técnico entre Nasralla (27%), Moncada (26%) y Asfura (24%). Sin embargo, la credibilidad de esta consultoría está puesta en duda desde las elecciones de 2021, cuando proyectó la victoria de Asfura y finalmente triunfó Xiomara Castro
Por su parte, el diario El País advierte que hay tres factores que desde hace meses alimentan la incertidumbre electoral entre los votantes: el cuestionamiento al principal órgano electoral, la violencia política generalizada y el escaso margen que separa a los tres principales candidatos.
Quien resulte electo asumirá el 27 de enero de 2026 y reemplazará a Xiomara Castro, la primera mujer en ocupar la Presidencia de Honduras, quien concluirá entonces su mandato de cuatro años.
Los tres principales candidatos presidenciales en Honduras para los comicios del 30 de noviembre cerraron su campaña electoral con acusaciones mutuas de planes de fraude, en medio de la preocupación de la Organización de los Estados Americanos (OEA), la Unión Europea y Estados Unidos por elecciones libres.
“La lucha es el domingo 30 entre dos modelos: el modelo de la oligarquía y el modelo socialista democrático de la presidenta Castro”, dijo la candidata Rixi Moncada ante una multitud en un polideportivo en Tegucigalpa.
La candidata, una abogada de profesión, promete seguir la línea de Castro, esposa del exgoberante Manuel Zelaya, derrocado en 2009 y aliado del fallecido mandatario venezolano Hugo Chávez.
En tanto, Nasry Asfura, un empresario de la construcción, pidió acudir masivamente “a los centros de votación, con firmeza, con valor, con coraje, sin miedo” porque “no van a aceptar ideologías fracasadas”, en alusión a Moncada.
A su vez, Salvador Nasralla, un popular conductor de la televisión local e ingeniero civil industrial, denunció presuntas agresiones a una caravana de vehículos de sus seguidores y suspendió su discurso final en la capital.
Nasralla responsabilizó de los “actos vandálicos” al partido Libre y acusó a Moncada de “comprar voluntades”, promover el fraude y tener apoyo de los gobiernos de Cuba y Venezuela.
Tanto Nasralla como Asfura consideran que la candidata oficialista pueda utilizar a las fuerzas armadas para cometer fraude, mientras que Moncada advierte que sus rivales tienen el apoyo del poderoso sector económico que derrocó a Zelaya.
Con información de la agencia AFP






