
La leyenda de los Red Sox de Boston, David Ortiz, no suele regalar elogios vacíos, y esta vez, sus palabras han resonado con fuerza al referirse al joven jardinero Roman Anthony, uno de los novatos más prometedores de la organización.
Para muchos, estas declaraciones no son solo un cumplido: son un aviso directo a la gerencia y a los fanáticos, marcando a Anthony como el próximo gran pilar de la organización.
“Cuando tienes a un jugador tan talentoso, tan joven y tan maduro, lo tienes todo… Sabes que tienes a la cara de la franquicia. Con un jugador como él, sabes que tu dinero está bien invertido… Su mentalidad y su concentración no son propias de un chico de 21 años. Créeme.” dijo David Ortiz.
No se trata de que Roman Anthony juegue tercera base, sino de algo más profundo: convertirse en el rostro ofensivo y mediático de la franquicia, tal como lo fue Rafael Devers en los últimos años, antes de ser cambiado a los Gigantes de San Francisco durante la temporada.
Roman Anthony, de apenas 21 años y con disciplina y enfoque poco comunes a su edad, bateador zurdo con poder creciente y excelente control de zona, no solo es uno de los mejores jugadores de Boston, sino también uno de los nombres más mencionados en los círculos de scouts como posible superestrella de la próxima generación.
Más allá del entusiasmo, lo que Ortiz dejó entre líneas es claro: Roman Anthony es el tipo de jugador sobre el que se construye una franquicia. Si Boston quiere un nuevo líder, una nueva figura que represente su futuro, ya lo tiene en casa. Ahora depende de la organización no repetir errores del pasado y apostar con decisión por su próxima superestrella.






