
La conversación sobre el MVP de la Liga Americana tomó un giro inesperado cuando la leyenda de los Gigantes de San Francisco, Buster Posey, afirmó que el premio debió ir a manos de Cal Raleigh.
En una entrevista con Jon Morosi para MLB Network, Posey fue directo y honesto al expresar su opinión, incluso dejando claro que su comentario no era una crítica hacia Aaron Judge, sino una evaluación sincera de lo que él considera “valor real” en el terreno de juego.
“Soy un gran fan de Aaron Judge también. Pero según mi voto, debería Cal”, dijo Posey durante la conversación, una frase que rápidamente generó debate entre analistas y fanáticos.
Para muchos, la postura de Buster Posey tiene sentido. Como uno de los mejores receptores de su generación, conoce mejor que nadie lo difícil que es equilibrar liderazgo, defensa, manejo de un cuerpo de lanzadores y producción ofensiva.
Desde su perspectiva, Cal Raleigh representó en 2024 el paquete completo: poder, consistencia, durabilidad y un impacto defensivo que, aunque no siempre aparece en las estadísticas tradicionales, sí se siente en el resultado final de los partidos. Raleigh fue, en esencia, el corazón de unos Mariners que se mantuvieron competitivos gracias a su presencia diaria tanto detrás del plato como en la alineación.
Buster Posey no habla de quién fue más explosivo con el bate, sino de quién aportó más valor total dentro de su rol. Para él, el mérito de un receptor élite sobrepasa incluso las cifras monumentales de un bateador histórico. Y si hay alguien con autoridad para opinar sobre el impacto de un catcher, es justamente Buster Posey, ganador de MVP, Novato del Año, campeón de bateo y tres veces campeón de Serie Mundial en la década 2010-2020.
Las palabras de Buster Posey han avivado un tema que ya generaba controversia. Aunque Judge terminó quedándose con el premio, la opinión del exreceptor de los Giants ofrece una mirada diferente: la del jugador que entiende mejor que nadie el sacrificio, la exigencia y la importancia de un receptor en el éxito colectivo. Para él, Cal Raleigh fue ese jugador en 2024, y su declaración podría convertirse en una referencia cada vez que se discuta el verdadero valor de un catcher dentro del béisbol moderno.






