
La situación financiera en las Grandes Ligas de Beisbol ha generado inquietud luego de que la MLB informara en privado a los propietarios que, en conjunto, los equipos registraron pérdidas cercanas a los 1.800 millones de dólares durante el último año y el más afectado fueron los Mets. La cifra, que supera estimaciones previas, refleja un contexto económico desafiante que combina contratos multianuales de alto valor, inversiones en infraestructura y fluctuaciones en los ingresos televisivos y de estadio.
Dentro de ese panorama, los Mets de Nueva York aparecen como la organización con el mayor déficit operativo, rondando los 350 millones de dólares en pérdidas. Esta situación se vincula con decisiones agresivas de gasto en temporadas recientes, orientadas a construir un equipo competitivo y a sostener una de las nóminas más elevadas de toda la MLB. Sin embargo, el rendimiento deportivo no ha logrado traducirse en resultados consistentes ni en un retorno financiero inmediato, haciendo más visible la brecha entre inversión y productividad.
El propietario Steve Cohen ha sido una figura central en este escenario de los Mets. Desde que asumió el control de la franquicia, apostó por un modelo basado en gasto expansivo con el objetivo de devolver el protagonismo a la ciudad de Nueva York dentro del beisbol. No obstante, la combinación de contratos garantizados, resultados deportivos irregulares y cambios estratégicos en la estructura del club ha generado un desgaste en las cuentas internas.
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A pesar de ello, la organización no ha mostrado señales públicas de retroceder en su enfoque competitivo. Más bien, la directiva mantiene la expectativa de que los ajustes en estructura gerencial, desarrollo de talento y posibles movimientos futuros en la agencia libre puedan equilibrar la ecuación entre inversión y éxito deportivo.
Las pérdidas globales reportadas por MLB también reabren el debate sobre la sostenibilidad financiera de la liga, especialmente para equipos con mercados más pequeños. Aunque la MLB no ha hecho un pronunciamiento público, la revelación interna sugiere que los próximos meses podrían estar marcados por una reevaluación de estrategias de gasto, distribución de ingresos y posibles cambios en políticas económicas entre franquicias.






