
En el beisbol de Grandes Ligas, incluso los fenómenos más dominantes tienen un punto débil. Para Shohei Ohtani, el jugador más electrizante de la MLB, los análisis avanzados han identificado una vulnerabilidad específica en su imponente ofensiva. Según los datos, el japonés presenta dificultades significativas para conectar con fuerza y precisión contra un tipo de lanzador muy particular: los zurdos que lanzan sinkers con una entrega por debajo del brazo.
Esta debilidad no pasa desapercibida para los equipos rivales, que escudriñan cada estadística en busca de una mínima ventaja. El movimiento del sinker de un lanzador zurdo, que se hunde hacia las manos de un bateador diestro como Shohei Ohtani, combinado con el ángulo lateral que genera el brazo por debajo del hombro, crea un punto ciego en su poderoso swing. La pelota parece desvanecerse en el último instante, lo que resulta en rolles grounders o swings fallidos.
La teoría está a punto de convertirse en realidad en un momento clave de la serie actual. Fuentes confirman que los Cachorros de Chicago tienen la intención de convocar específicamente al relevista zurdo Brendon Little para que se enfrente a Shohei Ohtani en una situación de alta presión. Little, cuyo repertorio cuenta con un sinker que se ajusta precisamente a este perfil, parece ser el hombre designado para ejecutar la estrategia. Este movimiento táctico confirma que los equipos ya no dudan en ajustar sus nóminas activamente para neutralizar la amenaza de Ohtani, incluso si es por un solo turno al bate.
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Este enfrentamiento promete ser un fascinante duelo de ajedrez dentro del juego. Mientras los managers confían en los datos en frío, Shohei Ohtani ha demostrado repetidamente su capacidad de ajuste y su talento sobrenatural para superar cualquier reto. Si Little logra dominarlo, se convertirá en el modelo a seguir para neutralizar al fenómeno. Si Ohtani se impone, una vez más demostrará que incluso sus “debilidades” son territorios inciertos para cualquier lanzador. La advertencia es clara: esto sucederá, y todos estarán mirando.






